Nuevos altos mandos del Ejército se unen al golpista Haftar contra el Gobierno
20 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El general retirado Jalifa Haftar, un desertor del ejército de Muamar el Gadafi que participó en la rebelión contra el dictador y que el domingo atacó el Parlamento de Trípoli, gana adeptos y provoca el caos en el Gobierno de transición libio, al que acusa de estar cayendo en manos islamistas.
Ayer se sumaban a su milicia, el Ejército Nacional Libio, tropas de Tobruk y de Bengasi. Una base de la Fuerza Aérea de Tobruk proclamó su lealtad al general Haftar con un mensaje difundido por las redes sociales y confirmado por soldados de la base, según Reuters. También el comandante de las Fuerzas Especiales de Libia en Bengasi, Wanis Bujamada, anunció ayer que sus hombres se unieron a la operación Al Karama (Dignidad), lanzada por Haftar el viernes. En el ataque contra varios cuarteles de la milicia Ansar al Sharia, vinculada a Al Qaida, y otros grupos islamistas de la segunda ciudad libia, en los que las tropas de Haftar contaron con apoyo aéreo y artillería pesada, hubo 79 muertos y 141 heridos, según AFP. Los combates obligaron a cerrar el cercano aeropuerto de Benina.
La milicia que lidera Haftar, el Ejército Nacional Libio, también protagonizó el asalto el domingo el Consejo General Nacional (Parlamento) en Trípoli, en lo que el Gobierno calificó como golpe de Estado. Parece ser que también las milicias Al Qaqaa y Al Sawaeq participaron en el ataque, que se produjo en el momento en que la Asamblea Legislativa provisional estaba a punto de votar si daba su confianza al equipo de gobierno presentado por Ahmad Maitiq, el primer ministro elegido el 4 de mayo.
Los milicianos, que contaron con apoyo aéreo, tras entrar en el edificio y lograr su desalojo, se retiraron, como habían hecho tras el ataque del viernes en Bengasi, a su base en Zintán (al suroeste de Trípoli) para «reorganizarse», según Haftar. En el repliegue hacia el aeropuerto, los combates con milicias rivales dejaron, según el Gobierno, dos muertos y 66 heridos, informa Efe.
Propuestas del Gobierno
Un portavoz de Haftar dijo que el ataque al Parlamento no es un golpe de Estado, sino que forma parte de una campaña contra las milicias islamistas que no se va a detener.
El Gobierno libio en funciones, en su intento de alejar el peligro de una guerra civil, propuso al Parlamento que se repita la votación para confirmar a Ahmad Maitiq como primer ministro y que, si no recibe los apoyos suficientes, en sufragio secreto, siga el actual Gabinete de Abdalá al Zani, que dimitió el 13 de abril tras sufrir un atentado. El Ejecutivo también sugiere al Parlamento que, tras su próxima sesión, en la que está previsto que apruebe los Presupuestos del 2014, se tome un tiempo de descanso hasta la elección del próximo Congreso Nacional General, que deberá ser antes del 15 de agosto.
Los ataques de este fin de semana corrieron a cargo de los mismos grupos que el pasado febrero pidieron la disolución del Parlamento, después de que los diputados decidieran prolongar su mandato oficial que concluía el día 7 de dicho mes.
El caos reinaba ayer en Libia, tras un fin de semana conflictivo, pese a que la capital, Trípoli, amaneció tranquila. En Bengasi, en cambio, fue atacado de nuevo el aeropuerto de Benina.