La Comisión Electoral decide prolongar los comicios una jornada más, ante la baja participación del electorado
28 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Protagonizaron las fotos más reconocibles de la revolución egipcia; coparon los medios de comunicación internacionales para explicar lo que estaba ocurriendo en la emblemática plaza de Tahrir; pero tres años después, los jóvenes revolucionarios han quedado fuera de la escena política del país y también de las alabanzas de sus compatriotas.
«La propaganda es clara contra nosotros. En todos los medios nos acusan de haber destrozado Egipto, y los dueños de estos canales, que son privados y apoyan al exgeneral Abdel Fatah al Sisi, son gente relacionada con el partido del exdictador Hosni Mubarak», se lamenta Ahmed el Hosens, de 22 años y miembro del equipo de campaña del candidato de izquierdas, Hamdin Sabahi.
Ha pasado la mitad del día en un colegio de El Cario, vigilando las votaciones. «La mayoría de los jóvenes que he visto votaron por Sabahi», ilustra poco antes de ser interrumpido por la llamada de otro miembro de su equipo para confirmar que, como se había rumoreado durante el día, las elecciones se alargaban un día más. La Comisión Electoral alegó haber recibido numerosas solicitudes de electores que no habían podido votar durante las horas señaladas.
Y eso pese a que el día anterior el Gobierno había declarado la jornada de ayer fiesta nacional para dar opción a los ciudadanos a participar en las elecciones. Los análisis apuntan a que Al Sisi, el previsible ganador, no podía permitirse una baja participación que pondría en duda la legitimación de su poderío. Por su parte, el equipo de Sabahi ha presentado una queja formal y ha rechazado la prolongación.
«El lunes hubo colas a primera hora porque la mayoría de la gente era mayor y ellos suelen acudir temprano», reconocía El Zahraa Kamal, presidenta de mesa de un centro de votación en el centro de la capital. «Está claro que los jóvenes han boicoteado o han votado a Sabahi», resume Ahmed al Asal, de 25 años, sobre su propia opción. «Voté porque creo que es importante minimizar la diferencia con Al Sisi y que sepa que hay un contrapoder en la calle».
«El régimen ya no nos quiere»
Más del 60 % de la sociedad egipcia tiene menos de 30 años, pero aquellos que estos días tenían derecho a voto se han sentido fuera de las opciones reales. «Yo no he ido, porque no creo en lo que está ocurriendo. Si sigo las reglas de su juego, no conseguiremos nada», reivindica Mohamed Ballo sobre su boicot. La ley antiprotesta aprobada en diciembre del 2013 también redujo el espacio de calle que habían encontrado los jóvenes para participar en política cuando no habían conseguido representación en las instituciones.
«El régimen ya no nos quiere», dice El Hosens de las autoridades gobernantes. «Porque los jóvenes somos más proclives a decir que no y los gobernantes solo quieren gente que les siga la corriente. De hecho, cada vez que nos negamos terminamos en la cárcel», añade.