La unión de Escocia y expulsión de diputados corruptos, temas centrales en discurso anual de Isabel II

La Voz VIVIANA GARCÍA | EFE

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La reina expuso los principales objetivos del Gobierno británico, que incluyen apenas once proyectos de ley, lo que ha aprovechado la oposición laborista para acusar a Cameron de haberse quedado sin ideas

04 jun 2014 . Actualizado a las 21:25 h.

Isabel II presentó este miércoles en el Parlamento británico el plan de David Cameron para este curso legislativo, el último antes de las elecciones del 2015, que incluye el compromiso de Londres con Escocia y la expulsión de diputados corruptos. Como cada año, la soberana, de 88 años, acudió en carroza desde el Palacio de Buckingham hasta la sede del Parlamento, donde leyó en la Cámara de los Lores las prioridades de la Administración de coalición formada por conservadores y liberaldemócratas.

En esta ocasión, Isabel II, vestida con manto de armiño y con la corona imperial, fue llevada al palacio de Westminster en una nueva carroza, que tiene adornos realizados con piezas de diversos objetos históricos, como madera del antiguo yate real Britannia o un trozo del manzano del físico y matemático británico Isaac Newton. Pese a su avanzada edad y sin muestras de cansancio, la reina cumplió con el protocolo de rigor al pedir a un emisario desde el trono de los Lores que llamara a los Comunes para que escucharan su discurso en el Parlamento, el último también antes del referéndum de Escocia del 18 de septiembre. Igual que el año pasado, este miércoles acudió el príncipe Carlos, heredero al trono, con su mujer, la duquesa de Cornualles, quien, al igual que la soberana, iba con un vestido blanco.

Tras recorrer el largo pasillo que separa las dos cámaras, el emisario llamó con tres golpes a la puerta de los comunes para comunicarles la llamada de Isabel II. Una vez todos en la cámara alta, la reina leyó en menos de diez minutos los principales objetivos del Gobierno, que incluyen apenas once proyectos de ley, lo que ha aprovechado la oposición laborista para acusar a Cameron de haberse quedado sin ideas.

Cuando faltan once meses para los comicios generales, los laboristas han calificado el plan de «zombi», mientras otras formaciones creen que no hay medidas exigidas por el electorado en los recientes comicios europeos, como las relacionadas con el control de la inmigración o un proyecto que garantice por ley la convocatoria de un referéndum sobre Europa. Cameron planea celebrar un plebiscito sobre la permanencia o salida del país de la UE en 2017, siempre que los conservadores ganen las elecciones, pero muchos partidos consideran que esta promesa es insuficiente a juzgar por el avance en las europeas del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), de Nigel Farage, que exige la inmediata convocatoria del referéndum.

En su discurso, la reina Isabel II dijo que el Gobierno se compromete a facilitar más autonomía a Escocia en materia financiera y a trabajar para mantener a la región dentro del Reino Unido. Además, entre las prioridades figuran la reforma de las pensiones y la expulsión de diputados por abuso de poder, tras los casos de parlamentarios que cobraron dietas que no les correspondían.

La reforma de las pensiones, considerada pieza central del programa, tiene como fin implantar un sistema que permita a los jubilados acceder al monto completo de la pensión acumulada durante su vida laboral.

Otro de los proyectos es el del desarrollo del gas de esquisto a través del controvertido sistema de fractura hidráulica, más conocido como «fracking», que requiere bombeo de agua a presión muy alta y es muy criticado por los grupos ecologistas. También se ha incluido un proyecto de ley que ampliará la definición de crueldad hacia los menores al incorporar el daño emocional de los niños que no reciben afecto de sus padres.

Entre otros, hay además un proyecto que obligará por ley denunciar casos de tráfico de personas con fines de prostitución o para trabajos forzados, tras las denuncias de personas que permanecieron en situación de esclavitud durante años. Según el discurso leído por la soberana, el Gobierno británico se mostró comprometido a trabajar por la paz entre Rusia y Ucrania y a mejorar la situación humanitaria en Siria, además de los esfuerzos para poner fin a la violencia sexual en zonas en conflicto.