El juez reprende a David Cameron por pedir disculpas tras la condena a su antiguo portavoz

Íñigo Gurruchaga LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

Miliband le acusa de haber «metido un delincuente en Downing Street»

26 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El juez John Saunders, que ha presidido el juicio sobre la intercepción de comunicaciones por parte de periódicos británicos que desembocó el martes en la condena de Andy Coulson, exdirector de News of The World y después responsable de comunicación del Gobierno, criticó ayer al primer ministro, David Cameron, por hacer declaraciones sobre el proceso cuando aún no había concluido.

El jurado ya había resuelto la culpabilidad de Coulson sobre las escuchas, pero ayer debía reunirse de nuevo para decidir sobre su inocencia o culpabilidad en otra acusación, la de haber participado en la corrupción de funcionarios públicos. Cameron lamentó el martes haber confiado en su íntimo colaborador y pidió públicamente disculpas.

La defensa de Coulson tomó la palabra ayer en el tribunal, antes de que el jurado se retirase a deliberar, pidiendo al juez que lo disolviera porque el primer ministro había desacreditado públicamente a su cliente y podría haber influido en el jurado, que debe tener en cuenta solo lo que se afirma en el tribunal y que recibe siempre el consejo de no buscar noticias relacionadas mientras se decide el caso.

El juez Saunders dijo que lo ocurrido era «insatisfactorio», elogió la conducta de la prensa durante el proceso (puede ser acusada de desacato si publica algo adicional a lo que se expone en el tribunal) y lamentó que los políticos «hayan creído que la veda está abierta». No disolvió el jurado entonces, pero tuvo que hacerlo al fin por la imposibilidad de acordar un veredicto. El lunes decidirá si hay un nuevo juicio.

Según los portavoces del primer ministro, antes de hacer su declaración Cameron recibió «el mejor asesoramiento legal». Ya fue criticado hace unos meses por un juez, cuando declaró su simpatía por Nigella Lawson, chef de la televisión, hija de un ministro de Margaret Thatcher, en medio del juicio contra dos empleadas domésticas del matrimonio que formaban Lawson y el patrón de las artes Charles Saatchi.

Daño de imagen

El caso Coulson está dañando la imagen de Cameron a un año de las elecciones generales. El líder laborista, Ed Miliband, lo calificó ayer como «el primer jefe de Gobierno que mete a un delincuente en Downing Street». A su juicio, la contratación de Coulson fue una «vergüenza».

The Guardian, el periódico cuyas investigaciones destaparon el empleo generalizado de escuchas telefónicas por News of The World, mostraba más incoherencias del primer ministro. Por ejemplo, afirmó bajo juramento en la investigación sobre el escándalo presidida por el juez Leveson que no solo era él quien había confiado en la palabra de Coulson sino que también lo hicieron la Policía, un comité parlamentario o la Fiscalía. El periódico muestra, sin embargo, que la cronología de las investigaciones lleva a concluir que aquellas palabras de Cameron no pueden ser ciertas.