La prensa interpreta que la respuesta que dio a sus problemas judiciales revela, de hecho, que ya tiene la decisión tomada
04 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Sarkozy tiene un problema político aparte de los judiciales. Seis de cada diez franceses se muestran contrarios a un posible retorno del expresidente, según un sondeo difundido ayer del que se hace eco Efe. La encuesta, realizada antes de la intervención televisiva en la que dijo sentirse víctima de una instrumentalización política de la Justicia, revela que la mayoría de los simpatizantes de la UMP lo siguen respaldando pese a la imputación, pero es un mazazo en plena operación regreso ya que estos solo suponen un 33 % de las 1.012 personas preguntadas.
No es la única mala noticia. Otro sondeo, efectuado también en la noche del martes y publicado en este caso por el diario Le Parisien, revela que un 63 % de los encuestados no creen en la versión dada por Sarkozy de sus cuitas judiciales ya que, en su opinión, se le ha tratado como a cualquier otro justiciable.
El expresidente logró ayer una pequeña victoria judicial cuando el Tribunal de Apelación de París le dio la razón en una demanda por unas grabaciones que realizó, a traición, uno de sus antiguos consejeros. El tribunal confirmó la sentencia dictada en primera instancia en marzo pasado, en procedimiento de urgencia, y que obligaba a su exconsejero Patrick Buisson a indemnizar a Sarkozy y a su esposa, Carla Bruni, con 10.000 euros. El veredicto ratifica que la publicación Atlantico debe retirar el contenido de esas grabaciones de su página web y condena también al semanario satírico Le Canard Enchainé a otros 10.000 euros de multa y a publicar la sentencia, pues reprodujo gran parte de aquellas conversaciones.
La prensa francesa interpreta que la estrategia de Sarkozy de presentarse como víctima de la Justicia prueba, de hecho, su decisión, de regresar al primer plano de la política. «Para volver de mejor manera Nicolas Sarkozy se victimiza», tituló Le Monde. Su actitud evoca la del exjefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi, afirmó Libération.
Un punto en común con Berlusconi es que Sarkozy «no se presenta solo como víctima, sino también debilitado para despertar compasión», afirma Pierre Musso, profesor universitario y autor de un libro titulado El sarkoberlusconismo. «Asistimos a una italianización de las relaciones entre la política y la justicia», considera también Marc Lazar, profesor en el Instituto de Ciencias Políticas de París. Esta táctica puede resultar eficaz para reunir a su alrededor a los simpatizantes de la UMP, entre los que sigue gozando de una «gran corriente de simpatía».