El líder opositor venezolano afirma que no puede negociar si Maduro arresta a los que tienen otras ideas
14 jul 2014 . Actualizado a las 21:38 h.El líder opositor y excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles insistió hoy en que la liberación de los «presos políticos» es la condición «indiscutible» para reanudar el diálogo con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
«Soy de los que piensan que, para que el diálogo de resultados, un requisito digamos indiscutible (...) es que quienes están presos, quienes están tras las rejas por razones políticas (...), tienen que estar en libertad», declaró Capriles en una entrevista con la emisora caraqueña Unión Radio.
El proceso de diálogo entre el Gobierno y la alianza de partidos de la oposición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) arrancó el 10 de abril, cuando se cumplía dos meses de protestas callejeras, pero se detuvo el 13 de mayo.
Ese día, la MUD, que aglutina a la mayoría de partidos opositores, anunció que daba el diálogo por «congelado» y que para retomarlo esperaba «gestos» del Gobierno, entre los que incluyó la liberación de los detenidos.
También consideró Capriles «nuestros presos» a los condenados por el fallido golpe de Estado de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez. «El gran tema que se ha puesto para poder hablar de diálogo es el tema de los presos», insistió.
El diálogo político venezolano cuenta como «facilitadores» al Vaticano y a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que ha designado para ese fin a una comisión integrada por los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador.
La MUD seguirá dando «la lucha» por las excarcelaciones «en escenarios nacionales e internacionales», repitió Capriles, derrotado por Chávez y por Maduro en las elecciones presidenciales de los años 2012 y 2013, respectivamente.
Además de un puñado de comisarios de la policía presos por su participación en la intentona de 2002, la MUD considera «presos políticos» a las 174 personas que permanecen recluidas desde que en febrero pasado algunos partidos de la alianza llamaron a la ciudadanía opositora a protestar en las calles contra Maduro en una estrategia que bautizaron como «La Salida».
Las manifestaciones derivaron en hechos violentos que entre febrero y junio pasados dejaron 43 muertos, 873 heridos y más de 2.500 detenidos, de los cuales 174 permanecen arrestados.