El objetivo de la incursión son los túneles usados por Hamás para guardar armas
19 jul 2014 . Actualizado a las 15:30 h.Lo dijo un portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI). Que la entrada por tierra del jueves era una ampliación «moderada» de la ofensiva que dura ya once días sobre la Franja de Gaza. Porque se prevé una escalada significativa a la vista de las declaraciones del primer ministro, Benjamín Netanyahu, que pidió ayer una nueva ampliación por tierra y aire. Los gazatíes, que apenas durmieron la noche del jueves, temían la entrada de militares y tanques apostados en la frontera.
La operación por tierra del jueves se realizó por tres frentes y, según las FDI, ha tenido como objetivo la destrucción de túneles utilizados por las milicias palestinas «para almacenar armas y entrar a Israel». Hasta 13 aseguraron haber encontrado. Es el motivo del que se ha servido al presidente de EE.UU., Barack Obama, para justificar la operación. «Ninguna nación acepta la entrada de terroristas a través de túneles en su territorio», declaró ayer, al tiempo que urgía a la paz, en los mismos términos que la canciller alemana, Angela Merkel. El papa, por su parte, telefoneó al presidente israelí saliente, Simon Peres, y al líder palestino, Mahmud Abás, para mostrar su preocupación por el conflicto y alentar a un acuerdo que termine con los ataques.
La incursión de soldados israelíes provocó además intensos choques armados con las milicias que dejaron al menos 38 personas muertas y 216 heridas. Mientras, los civiles huían en masa ayer por el temor que ha provocado la incursión terrestre. Alrededor de 18.000 gazatíes escaparon con algo de comida y ropa del norte y el sur de la Franja y una mayoría se dirigieron a albergues de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), debido al asedio militar que les impide salir de Gaza. La UNRWA confirma que se ha doblado el número de desplazados que acoge, de las 22.000 hasta cerca de 40.000 personas.
Los bombardeos de ayer, que según la Fuerza Aérea israelí iban dirigidos contra «137 blancos terroristas», provocaron la muerte de 47 palestinos, entre ellos, otros cinco menores y cinco más de una misma familia. El ministerio de Sanidad de Gaza ha elevado la cifra de muertos a 284 y más de 2.200 heridos. Por su parte, las milicias palestinas dispararon contra Israel 105 cohetes, de los que 29 fueron interceptados.
La actual ofensiva está siendo la más intensa desde la Operación Plomo Fundido del 2008. Estas últimas presiones militares buscan el debilitamiento de Hamás para que acepte un alto el fuego en los términos presentados por Egipto, que impida negociar el desbloqueo de Gaza.