Turquía desafía a EE. UU. al negarle sus bases para atacar a los yihadistas

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Sí hubo acuerdo para entrenar a grupos de la oposición moderada siria

14 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Estados Unidos necesita las base aérea turca de Incirlik, ubicada a solo 160 kilómetros de la frontera con Siria, como lanzadera clave en su ofensiva aérea sobre el Estado Islámico (EI), pero Turquía se resiste. El Gobierno turco negó ayer que llegara a un acuerdo para autorizar a Washington el uso de sus bases aéreas, contradiciendo las declaraciones de Susan Rice, principal asesora de seguridad de Barack Obama.

«No hay ningún nuevo acuerdo. Las negociaciones continúan», según un comunicado de la oficina del jefe de Gobierno turco, Ahmet Davutoglu, recogido por Efe. Actualmente los aviones estadounidenses utilizan Incirlik, una base construida y compartida con EE.UU., para vuelos de reconocimiento y distribución de ayuda a los civiles y, según Ankara, así seguirá por ahora.

El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, dijo la semana pasada que el uso de Incirlik era una de sus peticiones clave. Pero Ankara sigue insistiendo en poner sus condiciones. La primera es que no se implicará en la guerra a menos que uno de los objetivos sea el derrocamiento de Bachar al Asad. «El régimen de Al Asad debe ser el objetivo de una solución real en Siria, no solo Kobani [el enclave kurdo sirio asediado por el EI]», insistió ayer el presidente Recep Tayip Erdogan ante el auditorio de la Universidad de Marmara, en Estambul. También reiteró las otras demandas: crear una área de exclusión aérea y un zona tapón en territorio sirio fronterizo. Condiciones que Washington no ha aceptado.

Lo que no cuestionó Turquía es el acuerdo, anunciado por Hagel y Rice, para entrenar a la oposición moderada siria. Lleva meses pidiéndolo y cree que la medida llega tarde. «Si hace dos años se hubiera tomado esa decisión, el EI no tendría el poder que tiene ahora», dijo el primer ministro turco.

Para defender la posición de su país, Erdogan usó ayer un tono duro y acusó a los «nuevos Lawrence de Arabia» de buscar la desestabilización de Turquía. «Se esconden tras la libertad de la prensa, una guerra de independencia o la yihad para hacer acuerdos Sykes-Picot», dijo, en referencia al pacto de 1916 por el que Francia y Gran Bretaña se repartieron el imperio Otomano.

La renuencia de Ankara a involucrarse militarmente tiene que ver con el problema que se le plantea al armar y ayudar a unos milicianos aliados del PKK, la guerrilla kurdo turca que combatía hasta hace poco en su territorio. Mientras, la situación de Kobani sigue a expensas de los pocos y mal armados combatientes kurdos y a los bombardeos saudíes y americanos.

Nuevo éxodo en Irak

Al mismo tiempo, los yihadistas siguen avanzando en Irak, y ayer conquistaron Hit, en la provincia de Anbar, provocando el éxodo de 180.000 civiles de esa ciudad. El senador John McCain advirtió que el EI está ganando en Irak y Sira, y una vez más habló de la necesidad de desplegar tropas de tierra si Estados Unidos quiere evitar una derrota.