Israel responderá con puño de acero a los cuatro asesinatos en la sinagoga

Laura Fernández Palomo RAMALA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Reuters

Levantará las restricciones a llevar armas como medio de autodefensa

19 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La violencia en Jerusalén ha entrado en los templos. A primera hora de la mañana, dos primos palestinos accedieron armados con hachas, cuchillos y pistolas en la sinagoga y la escuela talmúdica del barrio ultraortodoxo de Har Nof y mataron durante el rezo matutino a cuatro rabinos, tres estadounidenses y un británico emigrados a Israel por lo que tienen doble nacionalidad. Los autores cayeron abatidos por disparos de la policía israelí.

«Responderemos con puño de acero a este brutal asesinato de judíos», advirtió el primer ministro Benjamín Netanyahu. Tras reunirse con su gabinete de seguridad, ordenó medidas de castigo: demoler la casa de los atacantes, que sean enterrados fuera de Jerusalén, reforzar la seguridad en toda la ciudad y en particular en la parte árabe anexada. Israel se plantea además levantar las restricciones para llevar armas como medio de autodefensa de los residentes ante la creciente tensión. Medidas que, más que prevenir, podrían alentar la venganza y escalar la tensión.

El presidente palestino, Mahmud Abás, condenó explícitamente el acto, aunque Netanyahu le ha responsabilizado de los incidentes. Por su parte, Hamás y la Yihad Islámica aplaudieron el ataque y lo justificaron como «una reacción natural a los crímenes que perpetran los ocupantes».

Se trata de uno de los incidentes más sangrientos desde el 2008 y hace temer en la imposibilidad de detener la creciente violencia que parece haber adquirió una dinámica propia e imparable. Por la tarde, tres israelíes apuñalaron a un palestino de 22 años en Jerusalén Este.

Ataques no organizados

Para Netanyahu, es una «ola terrorista» contra Jerusalén, aunque el jefe de la policía israelí asegura que no son asesinatos organizados y que los autores no pertenecían a ninguna milicia ni vínculos con grupos violentos, pese a que el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) reivindicó la autoría.

En Jabal Mukaber, el barrio de los autores, vivió durante todo el día de ayer enfrentamientos, con la entrada del Ejército israelí y la detención de 12 miembros de la familia. Una práctica habitual como medida punitiva.

La Ciudad Santa vive desde julio una espiral de violencia tras el asesinato de un adolescente palestino quemado vivo por extremistas judíos en represalia por la muerte de los tres jóvenes secuestrados y asesinados israelíes. La guerra en Gaza tensó aún más la convivencia y, en octubre, la disputa por el uso de la Explanada de las Mezquitas ha crispado el ambiente hasta límites impredecibles. Los incidentes y enfrentamientos se han extendido ahora por Tel Aviv y los territorios ocupados palestinos.