El pasado miércoles en Le Monde pararon la rotativa. Con todo lo que eso significa en una redacción. Estaban imprimiendo su revista M Le magazine du Monde y habían tirado ya 55.000 ejemplares, pero había que cambiar la portada. En realidad, querían apagarla. Cubrirla de negro. Lo explicaban así: «Una prensa sin periodistas de imágenes deriva en esto: el vacío, la nada, el negro». Era su homenaje a Charlie Hebdo. La sangre de los dibujantes franceses se derramó en París y la tinta de caricaturistas e ilustradores de diferentes países se vertió sobre las primeras páginas de periódicos de todo el mundo. Nunca se habían publicado tantas viñetas sobre Mahoma y el yihadismo.
El próximo miércoles, junto a los diarios, en los quioscos franceses habrá también un millón de ejemplares de Charlie Hebdo. «Será una edición de los supervivientes. Estamos todos con nuestra pena, nuestro dolor, nuestros miedos, pero lo vamos a hacer de todas formas, porque la estupidez no va a ganar», explicó a AFP Patrick Pelloux, cronista del semanario satírico. Contará con 8 páginas, la mitad de las habituales. El Estado francés le ha asignado una ayuda de un millón de euros para que la publicación pueda seguir adelante. Y los trabajadores de la publicación empezarán a trabajar a partir de hoy en locales cedidos por el diario Libération.
Mientras, han empuñado por ellos sus lápices y pinceles los autores de viñetas de medios de todo el mundo. Lo hacía literalmente The Economist en su portada, con un puño ensangrentado sosteniendo un lápiz. En la primera página del rotativo belga La Dernière Heure el lápiz estaba roto, pero de él salía una mano desafiante lanzando a los asesinos una peineta, un gesto reproducido de diferentes formas en numerosos periódicos.
Se han escenificado de mil maneras distintas la barbarie terrorista y la defensa de la democracia y la libertad de expresión. Con lápices contra balas, con sensibilidad y con dureza. En el Jornal I portugués Mahoma miraba hacia abajo diciendo «Dios mío». Y el Berliner Kurier dibujaba al Profeta leyendo un número de Charlie Hebdo en una bañera repleta de sangre. El Irish Examiner incluía en su primera página un dibujo en el que un avión se acercaba a dos torres gemelas, pero esta vez representadas como dos lápices.
En el Correio Braziliense una mano dibujaba con sencillos trazos una paloma de la paz que lloraba sangre sobre el titular «La libertad es mayor que el terror». En Perú 21 un ángel de Charlie Hebdo descendía del cielo para actuar a su manera contra un yihadista: le dibujaba una sonrisa sobre el pasamontañas.
Países musulmanes
Los periódicos de países musulmanes se centraban en las posibles consecuencias del atentado para la población que profesa el islam y que reside en Europa. En sus páginas expresaban el temor de que lo ocurrido acabe reforzando los movimientos islamófobos en Francia, Alemania y el Reino Unido. Entre los más duros con los yihadistas, el rotativo Assabah, de Túnez, que publicaba que «el terrorismo degüella a la libertad de expresión y apuñala al islam».
«VIVA LA LIBERTAD». El periódico berlinés «B. Z.» sacó a la calle una edición especial con su primera y su última página dedicadas a reproducir más de cuarenta portadas de «Charlie Hebdo», con caricaturas de Mahoma, Hollande, Marine Le Pen, la Virgen y Jesús. El titular, escrito en francés sobre fondo negro, es una declaración de principios: «Viva la libertad».