El primer ministro, que se autoinvitó a París en contra del Elíseo, da las gracias al musulmán que salvó a varios rehenes
13 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quiso arropar a los judíos franceses estando en la manifestación de París y visitando ayer el supermercado de comida kosher donde murieron cuatro rehenes, pero su periplo no ha finalizado como esperaba. La prensa israelí se jactaba ayer de que el dirigente se «autoinvitó» a la marcha del domingo y un grupo de judíos franceses respondieron cantándole La Marsellesa a su llamada a emigrar a Israel.
Según el diario Haaretz, Netanyahu insistió en ir pese a que el Elíseo le pidió que no lo hiciera. El empecinamiento del israelí irritó a François Hollande, que en respuesta invitó al presidente palestino, Mahmud Abás. La insistencia estaría motivada por la campaña electoral a las legislativas de marzo. Dos de sus rivales políticos iban a estar en la manifestación: los ministros Avigdor Lieberman y Neftalí Bennett.
El Elíseo no quería que las relaciones entre israelíes y palestinos desviaran la atención del mensaje de la manifestación. El diario Le Monde apunta además que el Gobierno temía que Netanyahu volviese a aprovechar la ocasión para incitar a la emigración a Israel en un momento en que Francia intenta consolidar la cohesión de sus ciudadanos.
Netanyahu, rodeado por sus guardaespaldas, visitó el supermercado de comida kosher para rendir tributo a las víctimas mortales judías: Joav Hattab, de 21 años, Johan Cohen, de 22, Philippe Braham, de 45, y François-Michel Saada, de 60. Los cuatro serán inhumados hoy en Jerusalén.
Algunas personas le aclamaron gritando su apodo: «Bibi, Bibi». Otros, en cambió, entonaron el himno nacional galo. Quizás por ello, Netanyahu pasó de llamar a los judíos francés a emigrar en Israel a proclamar su derecho a «vivir en seguridad en el lugar que elijan», y «particularmente en Francia».
Durante su estancia en la tienda, el primer ministro manifestó su «agradecimiento» a Lassana Bathily, un empleado musulmán del supermercado que salvó a varios clientes. Este maliense de 24 años acertó a esconder en una cámara frigorífica a seis personas. Bathily logró escapar del supermercado en un montacargas. Tras permanecer detenido un tiempo por los agentes, les dio datos de la situación.