Renzi sentencia el bicameralismo

María signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Italia reduce la composición del Senado y lo priva de atribuciones legislativas

11 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera parte del proceso que llevará a la liquidación del bicameralismo en Italia concluyó ayer con la aprobación en la Cámara de Diputados del decreto de reforma del Senado propuesto por el Gobierno de Matteo Renzi. Se confirma así la decisión que el pasado 8 de agosto ya tomó el Senado y que supondrá un cambio sustancial en la estructura del Estado italiano. La reforma, que obtuvo 357 síes, 125 noes y 7 abstenciones, fue apoyada por el Partido Democrático (PD) y su aliado, Nuevo Centro Derecha. En contra votaron Forza Italia (FI), Liga Norte e Izquierda, Ecología y Libertad. Los diputados del Movimiento 5 Estrellas abandonaron la Cámara en señal de protesta por lo que consideran «un intento de cambio de la Constitución con métodos fascistas».

Ettore Ferrari | EFE

La reforma está provocando grandes brechas en el interior de los partidos, sobre todo en Forza Italia, que ha pasado de apoyarla a votar ahora en contra tras la ruptura del llamado Pacto del Nazareno provocada por la elección del presidente Sergio Matarella. La línea de oposición elegida por Berlusconi está siendo contestada por una parte de sus diputados, que le han escrito para manifestarle su desaprobación.

Tampoco hay mucha tranquilidad dentro del PD, donde el ala izquierdista se muestra muy crítica con la reforma. Ante el silencio de Renzi a su propuesta de introducir cambios en el decreto, han decidido concentrar sus esfuerzos en la ley electoral, próxima reforma del primer ministro. Pierluigi Bersani le ha lanzado un duro aviso: «si no hay cambios ni en la ley electoral ni en el decreto constitucional, no volveré a votar a su favor».

La reforma acarreará cambios importantes que sentencian el bicameralismo ya que la función legislativa descansará en exclusiva en la Cámara de Diputados. Este órgano será además el único que votará las mociones de confianza al Ejecutivo. El papel del nuevo Senado quedará limitado a las reformas y leyes constitucionales. Aunque podrá pedir a la Cámara baja el cambio en una ley ordinaria, esta no estará obligada a seguir su recomendación. Además, quedará reducido a 100 miembros de los que 95 serán elegidos entre los consejeros que proponga cada región, y los 5 restantes por el presidente de la República.

Otro aspecto importante de la reforma es que impone la abolición de las provincias. Aunque algunas de las competencias de las regiones, como la energía, las infraestructuras estratégicas y las redes de transporte pasarán al Gobierno central mientras la Cámara de Diputados podrá aprobar leyes de competencia regional en caso de «interés nacional». También cambiarán aspectos que afectan a la convocatoria de referendos, a la elección del presidente de la República y a la ley electoral.