El Obamacare cumple cinco años

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA, AFP

INTERNACIONAL

JONATHAN ERNST | REUTERS

La ley ha logrado asegurar a 16,4 millones de estadounidenses, entre ellos el senador Ted Cruz, uno de sus grandes detractores

26 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La ley más denostada de la historia reciente de EE.UU. acaba de cumplir cinco años. Parece un plazo razonable para hacer balance, de no ser porque el grueso de la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible (ACA, por sus siglas en inglés, pero conocida como Obamacare) no entró en vigor hasta el 2014 y aún quedan muchos capítulos por implementarse. No obstante, Barack Obama, al que le queda poco más de año y medio en la Casa Blanca, no tendrá otra ocasión más redonda para celebrar el gran legado en el que empeñó su presidencia

Por eso ayer reunió a médicos, pacientes y administradores para lanzar juntos propuestas con las que mejorarla.

No es eso lo que pretende la oposición, que ya ha votado en 56 ocasiones diferentes propuestas para anularla. Cualquier republicano que quiera entusiasmar a las bases conservadoras tiene que prometer en las próximas elecciones que la primera labor de su gobierno será derogar la Obamacare, si es que no lo hace antes el Tribunal Supremo con una decisión que tiene pendiente anunciar a final de junio.

Un detractor, en las listas

Entre esos republicanos está el senador Ted Cruz, el primero en anunciar esta semana oficialmente su campaña a la Casa Blanca. Pero su promesa de derogarla no le ha impedido beneficiarse de ella. Cruz admitió el martes que tendrá cobertura médica bajo la reforma de Obama. Hasta ahora, estaba cubierto por el seguro de su mujer, empleada en Goldman Sachs. Pero Heidi Cruz pedirá una excedencia para ayudar en la campaña de su marido, lo que obliga a la familia a buscar otro seguro.

El senador rechazó que hubiera la menor ironía en la situación. «Estimo que debemos cumplir el texto de las leyes, incluso de las leyes con las que estoy en desacuerdo», declaró a la CNN.

Gracias a la ACA, 16,4 millones de estadounidenses que en marzo del 2010 no tenían seguro médico lo tienen hoy, aunque la escasa cobertura y los altos copagos y deducibles sea otra de las razones por las que el costo sanitario sigue siendo la principal causa de bancarrota personal entre los estadounidenses.

Más de la mitad de los nuevos asegurados perderán los subsidios gubernamentales que les permiten ahora pagar por esta póliza privada si el Supremo decide que un tecnicismo en la letra de la ley impide al Gobierno abonarlos en aquellos Estados gobernados por republicanos. Se trata de una laguna que han aprovechado los opositores y que, de ser respaldada por el Supremo, podría tumbar toda la reforma sanitaria, ya que el coste para las aseguradoras sería insostenible si más de siete millones de personas eligen pagar la multa en los impuestos en lugar de las pólizas.