La UE vuelve a descartar una misión militar a Ucrania para supervisar el alto el fuego

Kiev acogió la primera cumbre con la Unión Europa desde que se firmó en junio del año pasado el Acuerdo de Asociación, aunque se trata de la 17.ª reunión bilateral. Al finalizar, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, que compareció ante los medios de comunicación en compañía de sus homólogos del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, y de Ucrania, Petro Poroshenko, se mostró convencido de que la ex república soviética se convertirá un día en miembro de la Unión Europea, aunque ha eludido fijar plazos.

En la agenda de la reunión, los principales puntos eran el conflicto con los prorrusos y las reformas pendientes en Ucrania para acercarse a los estándares europeos. Sobre este punto, aunque Kiev implementó ya parte de lo acordado, los líderes coincidieron en que debe estar en pleno vigor a partir del 1 de enero de 2016, tal como se pactó en junio del 2014 en el Acuerdo de Asociación uno de cuyos puntos es establecer una zona de libre comercio entre la UE y Ucrania. Pero Kiev también debe cumplir los acuerdos de Minsk en lo relativo a la descentralización y a la concesión de un estatus autonómico especial a Donetsk y Lugansk.

Poroshenko reconoció que «el futuro europeo de los ucranianos» depende de ellos mismos y que se trata de un «camino difícil», pero se marcó como meta estar en condiciones de solicitar la adhesión en un plazo de cinco años, y afirmó que espera «un apoyo permanente y significativo de la UE».

Poroshenko defendió su compromiso con una solución «pacífica» al conflicto del este y reclamó de nuevo «una operación internacional para mantener la paz y la seguridad» que garantice «el cumplimiento pleno de los acuerdos de Minsk». Tusk fue claro al respecto: «Hoy podemos hablar solo de una misión civil de evaluación y no de una misión militar».

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