Tsipras y Juncker tejen un acuerdo para que Grecia reciba ayuda urgente

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

JULIEN WARNAND | EFE

Merkel y Hollande se suman a los esfuerzos para convencer a los escépticos

04 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sonriente y con paso firme. Así llegaba ayer el primer ministro griego, Alexis Tsipras, a los cuarteles de la Comisión Europea, escondiendo el nerviosismo que domina a estas horas las negociaciones. El jefe del Ejecutivo europeo, Jean Claude Juncker, le esperaba al otro lado de los muros para discutir los pocos, pero complejos, flecos que quedan pendientes para cerrar el acuerdo entre Grecia y la troika de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). Si Atenas no logra un pacto, aunque sea temporal, para desbloquear 7.200 millones de euros del rescate, no pagará la primera factura al FMI prevista para mañana (310 millones de euros), insistió ayer el portavoz parlamentario de Syriza, Nikos Filis. Sería solo el primero de otros tres impagos en el mes por valor de 1.280 millones de euros y el primer paso hacia la salida de Grecia del euro.

¿Cómo evitar el temido «Grexit»? El líder de Syriza y el luxemburgués trataron ayer de conjugar el paquete de reformas pactado por la troika en la minicumbre del lunes en Berlín con la propuesta que envió Atenas ese mismo día, «la definitiva y mejor oferta» que Tsipras está dispuesto a firmar. «Permitirá a Grecia escapar de la asfixia financiera y abrir un espacio a la recuperación», aseguró el griego.

Los esfuerzos son respaldados a nivel político por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, quienes ayer telefonearon a Tsipras entes de su llegada a Bruselas. Acordaron relajar los objetivos fiscales de Grecia, en contra de lo que pide el FMI. La líder germana quiere evitar a toda costa que los griegos abandonen el euro desatando una nueva crisis financiera. El líder galo aseguró ayer que «pedir demasiado a Grecia sería impedir el crecimiento» y anticipó que «estamos a días, horas» de cerrar otro capítulo de la interminable crisis griega. «Alemania está trabajando con Grecia y las instituciones para completar el acuerdo», declaró Merkel. El ministro español de Economía, Luis De Guindos, se sumó al optimismo: «Estoy completamente seguro de que alcanzaremos un acuerdo. En el club de la zona euro se entra, pero no se sale».

El no invitado

Otros actores decisivos en las conversaciones son más pesimistas. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se plantó ayer en la Comisión para inmiscuirse en las negociaciones, a pesar de no haber sido invitado (de nuevo), y aseguró que todavía queda mucho trabajo por hacer. El mismo mensaje fue lanzado por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, a quien no le convence la lista griega. El cartel lo completa la gerente del FMI, Christine Lagarde, la auténtica pesadilla de Tsipras. El presidente del BCE, Mario Draghi, se sumó ayer a las exigencias: «Queremos a Grecia en el euro pero es necesario un acuerdo fuerte (?) La economía griega es viable, pero solo si se aplican las políticas adecuadas».  

¿Cuáles son las dos propuestas?

«Hay pocos puntos pendientes en los que sigue habiendo diferencias que hay que salvar», confesaba ayer el portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas. Sin embargo, el paquete de reformas cocinado en Atenas no coincide con el que se cocinó el lunes en Berlín, a pesar de que los acreedores rebajaron sus exigencias.

Grecia

Líneas rojas. Tsipras acude a Bruselas con varias líneas infranqueables: no recortar las pensiones, recuperar el convenio colectivo, subir progresivamente el salario mínimo a los ciudadanos griegos, rebajar superávit primario del 1 % que le ofrecía la troika al 0,8 % y una reestructuración de la gigantesca deuda que arrastra (180 % del PIB). ¿Qué ofrece a cambio el líder heleno? Según filtraciones a la prensa griega, las «concesiones» incluirían el cerco a las prejubilaciones, la unificación de todas las cajas de las pensiones y un estudio en profundidad sobre la sostenibilidad del sistema además de la reforma del IVA (6 % para los medicamentos, 11 % para la hostelería y el turismo, 22 % para combustibles, ropa y calzado) y mantener el controvertido impuesto inmobiliario Enfia durante este año.

Troika

Esfuerzos y reformas. El FMI exige más esfuerzos fiscales a cambio de reestructurar la deuda o facilitar más fondos al país para que pueda hacer frente a las próximas facturas con el organismo. Los socios europeos no están la labor de aliviar la deuda pero sí de ofrecer más facilidades en forma de fondos a Grecia a cambio de reformas inmediatas. Según The Economist, la prórroga del rescate podría alargarse incluso dos meses.

Grecia continúa rechazando las propuestas

Al cierre de esta edición, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, mantuvo el jueves su rechazo a algunas de las propuestas hechas por los acreedores de Atenas para obtener el aval de sus socios en la zona euro y desbloquear así un tramo de la ayuda financiera vital para el país y consideró que el plan de reformas presentado por sus acreedores «tiene muchos puntos que nadie puede considerar como una base de discusión».