El gobierno de Tsipras presenta una oferta de última hora para evitar perder los 16.000 millones del mecanismo de estabilidad
30 jun 2015 . Actualizado a las 16:40 h.Grecia ha trasladado a los acreedores una nueva propuesta para prolongar el rescate dos años que reclama al mismo tiempo una reestructuración de la deuda, según ha informado la oficina del primer ministro, Alexis Tsipras, en lo que parece un último esfuerzo por resolver la situación. «El Gobierno griego propuso hoy un acuerdo de dos años con el Mecanismo Europeo de Estabilidad para cubrir plenamente sus necesidades financieras y con una reestructuración de la deuda paralela», ha explicado en el comunicado.
«Grecia sigue en la mesa de negociación», asegura el texto, añadiendo que el Ejecutivo griego siempre buscará «una solución viable para permanecer en el euro». Es un último intento a la desesperada del Gobierno de Tsipras para evitar perder más de 16.000 millones de euros del rescate si no logra cerrar un acuerdo antes de esta medianoche sobre los ajustes y reformas que negocia con sus acreedores, según han informado fuentes comunitarias.
El programa de rescate expira esta noche, por lo que, si no se pacta una prórroga a tiempo, las autoridades griegas tendrían que volver a negociar un nuevo programa de asistencia financiera con sus acreedores europeos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene aún pendiente de pago al rescate griego una contribución de 6.000 millones de euros -incluidos 3.500 millones listos para un desembolso «inmediato»-. Este programa no expira ahora, estará en vigor hasta el primer trimestre del 2016, pero no se realizará ningún pago mientras Atenas no cumpla con sus obligaciones.
Los apoyos que sí perderá el Gobierno de Syriza si no hay acuerdo esta medianoche suman más de 16.000 millones de euros, incluidos 10.900 millones previstos inicialmente para ayudar a la recapitalización de la banca helena, pero que siguen disponibles porque no se utilizaron para ese fin. Grecia tampoco podrá cobrar otros 1.800 millones de euros aún disponibles en el fondo de rescate europeo, ni otros 3.300 millones de euros correspondientes a los beneficios obtenidos por el Banco Central Europeo (BCE) por la compra de deuda griega en el 2010.
Si finalmente Atenas no cumple con sus compromisos de pago con el FMI esta medianoche, como ya ha confirmado el ministro de Economía Varufakis, cuando tendría que pagar 1.500 millones de euros, no será considerado como impago por las agencias de calificación, por que no están implicados acreedores privados. Sin embargo, sí tendrá consecuencias para el fondo de rescate europeo, para el que se abrirán tres escenarios una vez notifique a los Estados miembros la situación.
Una opción es que simplemente tomen nota del impago sin emprender más acciones, pero también podrían optar por acelerar la situación y reclamar el reembolso «de una sola vez» de todo lo prestado o bien «mantener la vigilancia» y aplazar la decisión, si la hubiera, para más adelante. En cualquier caso, Grecia tendrá que afrontar el pago de mayores cantidades en los próximos meses, hasta 9.300 millones de euros al BCE y al FMI; y Bruselas considera que necesitará más ayudas para poder hacer frente a su presupuesto diario.
La última oferta de financiación presentada por la Unión Europea asciende a 15.500 millones de euros para una prórroga de cinco meses, hasta noviembre, para cubrir vencimientos. Además, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, prepara un plan para ayudar a Grecia a absorber rápidamente 35.000 millones de euros de fondos estructurales. La UE ha reiterado su compromiso de revisar la deuda que ya asumió en el 2012, con la que alargar los vencimientos y reducir de nuevo los tipos de interés. Esto podría concretarse en otoño, pero antes Atenas tendría que cumplir todas las condiciones.