El Tesoro resiste la embestida griega, pero tiene que pagar más para colocar deuda
INTERNACIONAL
Las cuentas del Estado español no se han visto demasiado perjudicadas por la crisis griega, al menos en esta primera semana de corralito, porque el coste de la deuda pública española -que supone casi un tercio del gasto de los Presupuestos Generales- no ha llegado a dispararse. La subasta que el Tesoro Público celebró ayer dio buena muestra de lo que los inversores van a apretar al exigir más por el carácter periférico de la economía española, pero sin llegar a ahogar. El organismo dependiente de Economía colocó 3.593 millones a través de bonos y obligaciones a 3, 5, 10 y 15 años. Fue un importe superior al máximo previsto. Y, aunque los intereses que tuvo que ofrecer para ganarse el favor de los inversores fueron superiores a los de las últimas pujas en la mayoría de los casos, no llegaron a dispararse ni a rozar los máximos que se registraron en las peores épocas de la crisis.
Del Bono a 10 años, el que sirve como referencia para evaluar el coste medio de la deuda española frente a la de otros países europeos, se subastaron 2.052 millones a un interés del 2,27 %, por debajo del 2,37 % que los inversores exigieron a España en la subasta del pasado 18 de junio, justo en medio de los primeros rumores ante un posible impago griego con el que todavía no se contaba. El coste de esta emisión se encuentra en la línea de la evolución de este producto durante los últimos días en el mercado secundario, donde se negocian los títulos ya emitidos por los Estados, en el entorno del 2,30 %.
Niveles de septiembre
A pesar de esta pequeña caída, España todavía paga más de un 2% por sus bonos, una cifra que no veía desde el pasado mes de septiembre. Desde entonces, todas las subastas se habían saldado entre el 1 y el 2 %. Por su parte, la prima de riesgo -que mide la diferencia entre el interés del bono español y del alemán- subió ligeramente hasta los 148 puntos básicos.
El interés de la deuda pública sí subió para las emisiones a más corto plazo, como los bonos a 3 años, por los que el Estado se comprometió a pagar un interés del 0,70 %, ligeramente por encima del 0,67% de la subasta del 18 de junio. En cualquier caso, es una de las referencias más bajas en lo que va del 2015. En el caso de los bonos a 5 años, se adjudicaron 601 millones al 1,30%, cinco centésimas más que en la emisión del día 11 de junio.