El Gobierno argentino minimiza los resultados electorales obtenidos en estos dos distritos clave
06 jul 2015 . Actualizado a las 19:09 h.El kirchnerismo recibió un fuerte revés en las elecciones distritales del superdomingo a manos de distintas agrupaciones opositoras, que enfrentan ahora el desafío de aunar fuerzas si buscan vencer al oficialismo a poco más de un mes de las primarias nacionales de los comicios presidenciales en Argentina.
El partido de centroderecha PRO del precandidato presidencial Mauricio Macri se impuso en los comicios en la ciudad de Buenos Aires, aunque su candidato a jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta deberá acudir a la segunda vuelta con el candidato de ECO Martín Lousteau en dos semanas.
En la provincia de Córdoba se impuso el candidato a gobernador de Unión por Córdoba, el peronista disidente Juan Schiaretti.
En ambos distritos, dos de los cuatro más importantes del país, el Frente para la Victoria (FpV) quedó relegado a un tercer lugar. También fue derrotado en las primarias en la provincia de La Pampa y en las elecciones legislativas de Corrientes.
El FpV sólo se impuso en las elecciones a gobernador en la provincia de La Rioja, un distrito sin gran peso electoral ni económico a nivel nacional. Allí obtuvo un 53,92 %, frente al nada despreciable 38,16 % que recibió el opositor Frente Cívico Riojano.
La oposición se quedó así, en lo que va del año, con seis de los nueve distritos en los que se adelantaron las elecciones para renovar los poderes ejecutivos, mientras que el kirchnerismo consiguió tres.
El escenario político no muestra sin embargo una tendencia firme de cara a las primarias nacionales de agosto y las elecciones presidenciales del próximo 25 de octubre.
El FpV competirá con una fórmula presidencial única en las primarias liderada por el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, y acompañado por Carlos Zannini, uno de los más estrechos colaboradores de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Scioli lidera los sondeos preelectorales, seguido por Macri, mientras que en un tercer lugar aparece el peronista disidente Sergio Massa, del Frente Renovador. El precandidato kirchnerista no contaría aún sin embargo con los votos para proclamarse presidente en primera vuelta. Para ello necesita el 45 por ciento más uno de los votos o el 40 por ciento y una ventaja de diez puntos porcentuales sobre su más cercano contendiente.
Las primarias del 9 de agosto funcionarán así como una gran encuesta nacional, en la que se verá si Scioli logra captar los votos del peronismo disidente, de fuerte presencia en varias provincias, o si el voto opositor se encolumnará detrás de Macri.
La provincia de Buenos Aires representa casi el 38 por ciento del padrón nacional. Los populosos suburbios de la capital suelen determinar elecciones nacionales y allí Scioli podría sumar un caudal importante de votos, aunque necesitaría ganar por una amplia diferencia para equilibrar una falta de apoyo en los otros cuatro distritos importantes donde ganó la oposición: la capital y las provincias de Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
El PRO, el partido del alcalde saliente de Buenos Aires y ex presidente del club de fútbol Boca Juniors debe superar el 19 de julio la segunda ronda electoral en la capital, su bastión político, como trampolín para crecer a nivel nacional. En la provincia de Santa Fe, el tercer distrito electoral a nivel nacional, su candidato Miguel del Sel perdió por menos de 1.500 votos ante el socialismo, en un golpe que le costó digerir.
La segunda ronda en la capital argentina pondrá a prueba la fortaleza del candidato del PRO, Rodríguez Larreta, para mantener el caudal del 45,5 por ciento de los votos que recibió el domingo y pelear con Lousteau, ex ministro de Economía kirchnerista y ahora opositor que obtuvo el 25,5 por ciento, por los ciudadanos que apoyaron al postulante del FpV, Mariano Recalde, y a la izquierda.
Rodríguez Larreta y Lousteau se enfrentarán en el balotaje pese a que nivel nacional pertenecen a la misma coalición electoral.
«La alternativa de cambio tiene su fortaleza, ellos están apurados por convencernos de que ya ganaron, pero lo que buscan es instalar la resignación en los argentinos de que ellos van a volver a gobernar. Y también quieren instalar el miedo a volver al pasado», afirmó hoy Macri.
El Gobierno resta importancia
El Gobierno argentino restó este lunes importancia a las derrotas electorales sufridas en los comicios locales en la provincia de Córdoba y en la ciudad de Buenos Aires, segundo y cuarto distritos electorales del país, y confió en la «ascendencia» del kirchnerismo en todo el país para ganar las presidenciales.
«Yo no tengo dudas de que en octubre volveremos a ganar a nivel nacional. Las elecciones nos muestran una propuesta cada vez más sólida del peronismo kirchnerista y del Gobierno nacional», dijo el jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Aníbal Fernández, durante su contacto diario con los medios.