Atenas reconoce que en la última década se han defraudado 8.000 millones
12 jul 2015 . Actualizado a las 10:55 h.«El sistema de pensiones es insostenible y necesita reformas sustanciales». El primer ministro griego, Alexis Tsipras, admite que no puede seguir manteniendo las actuales prestaciones. Se ha comprometido a reformar el ineficiente esquema que ha colapsado tras veinte años de negligencia política y seis de profunda crisis económica.
Sus socios europeos no han ocultado sus reticencias a prestar más ayuda si no se cumplen las promesas: «El Gobierno griego todavía quiere seguir la fiesta, pero las facturas las tienen que pagar otros», se quejaba la presidenta lituana, Dalia Grybauskaité. Los países Bálticos han sido especialmente hostiles a las llamadas a la flexibilidad de Atenas. Sus pensionistas y trabajadores también han sufrido ajustes durísimos en los últimos años. La carga de las pagas en Estonia, Letonia y Lituania se sitúa en torno al 7,9 % del Producto Interior Bruto (PIB). Los tres están en el furgón de cola de la Unión Europea y no están dispuestos a volver a tender la mano a Grecia si no se les garantiza una gestión responsable.
¿Qué ha fallado?
Todo el sistema de pensiones en su conjunto ha sido un despropósito. Absorbe el 17,5 % del PIB heleno frente al 11 % de la media europea, convirtiéndolo en el más costoso de toda la Unión, si bien es cierto que la caída del PIB ha aumentado su proporción. Grecia es el tercer país más envejecido de la UE, detrás de Italia y Alemania. Según European Pensions, cinco millones y medio de ciudadanos de un total de 11 millones de habitantes reciben pensiones. El Instituto de Seguridad Social (IKA) estima que en la última década se han defraudado 8.000 millones de euros en estas partidas, añadiendo más carga a un sistema desbordado por las prejubilaciones.
¿Los griegos se jubilaban antes que la media europea?
Sí. Certificar 35 años trabajados, en lugar de los 40 de media europea, eran suficientes para recibir una pensión. Algunos trabajadores con 37 años cotizados podían retirarse a los 57 años con pensiones completas. Pero todavía podías adelantar más la edad de jubilación si formabas parte del extenso elenco de 600 grupos profesionales a los que el Gobierno permitía retirarse antes de los 55 años habiendo desempeñado 25 de los 37 cotizados en actividades de alto riesgo. Un tercio de los nuevos pensionistas en el 2006 pertenecían a ese grupo. Desde peluqueros a panaderos y locutores de radio. En Grecia los hombres se jubilan a los 63 años de media, las mujeres a los 59. Tras los rescates, la edad legal ha subido de 65 a 67 pero todavía persisten incentivos que invitan a los griegos a retirarse antes de sus socios europeos. No será fácil erradicarlos.
¿Por qué tanta resistencia a reformar las pensiones?
Uno de cada dos hogares griegos sobrevive con estas prestaciones en un país con un índice de desempleo del 25,6 %, según cifras de la Comisión Europea. El 45 % de las pensiones se sitúan por debajo del umbral de la pobreza (665 euros en Grecia). Sin posibilidad de encontrar trabajo tras una caída de la economía de más del 25 % del PIB en los últimos cinco años y con un 50 % de los jóvenes sin perspectivas de futuro, muchos adultos se han visto en la obligación de prejubilarse para poder disponer de una fuente de ingresos.
¿Son los griegos los más pobres en Europa?
«No olvido la realidad del resto de países porque hay paro y pobreza en toda Europa. Salarios mínimos inferiores a los griegos. Umbrales de pobreza que se están rebasando y niveles de vida inferiores a los de Grecia», recordaba el miércoles el presidente de la CE, Jean Claude Juncker, tras la intervención de Tsipras en la Eurocámara. Es verdad que las pagas de los griegos son más abultadas que las de otros países del club comunitario. Las pensiones más altas llegaron a alcanzar los 3.500 de euros, por encima de los 3.100 de las alemanas. Las pensiones medias en Grecia se sitúan, según Macrópolis, en los 700 euros frente a los 290 euros de las letonas y los 242 euros de Lituania. En cuanto a salarios mínimos, los griegos lo mantienen en los 683 euros mensuales. Riga se conforma con 246 euros.
Y pese a todo, también han participado en los rescates griegos. Mientras el Gobierno de Atenas se resiste a aplicar las reformas, los países Bálticos, Eslovaquia y Eslovenia se ha convertido en la punta de lanza de la línea dura de Alemania. Así en la cumbre europea que tuvo lugar en abril en Riga (Letonia), el ministro eslovaco, Peter Kazimir, preguntó a Yanis Varufakis: «¿Tiene dinero para incrementar el salario mínimo o las pensiones? Yo no lo tengo y usted me está pidiendo que se lo pague. ¿Cómo pretende que explique esto en mi país?».