Patrick Mcgovern: «Cameron quiere renegociar con Bruselas la movilidad en la UE»
INTERNACIONAL
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Dice que Londres no tiene argumentos para pedir ayuda en el problema del Canal
07 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El problema humanitario que se está viviendo en el túnel del Canal de la Mancha ha dejado en evidencia al Gobierno conservador de David Cameron. La negativa del Reino Unido a participar en el reparto de refugiados diseñado por la UE y la postura de tolerancia cero con la inmigración iniciada ya en el 2010 han incrementado su mala prensa en el continente. Parece que los países europeos le están pagando ahora con su propia moneda. El sociólogo del London School of Economics and Political Science, Patrick Mcgovern, apunta que es precisamente el haberse mantenido al margen del reparto lo que «está obstaculizándole ahora su búsqueda de apoyos para arreglar el problema de Calais. El número de inmigrantes que aguardan para cruzar el Canal es probablemente mucho menor que el de los que llegan a Italia o Grecia, pero le está costando mucho encontrar apoyo en Europa».
-Parece claro que Reino Unido no quiere abrir la puerta a este tipo de inmigrantes
-El tema de la movilidad en la UE es una de las cuestiones llave que el Gobierno conservador quiere renegociar con Bruselas antes de celebrar el referendo sobre su permanencia o no en la Unión. El Gobierno del Reino Unido quiere restringir la movilidad, fundamentalmente el acceso a los beneficios sociales.
-¿Están aumentando las actitudes racistas entre los británicos?
-No hay ninguna evidencia para decir que las actitudes racistas están incrementándose en el Reino Unido. Lo que ocurre es que los medios de comunicación hablan constantemente del gran número de inmigrantes que están entrando. Algunos periódicos publican historias sobre ellos que hacen crecer el temor, sobre todo cuando estos son musulmanes. Los inmigrantes, como personas que están fuera del sistema, no tienen voz. Los otros grupos étnicos del Reino Unido, aquellos llegados de Bangladés, Pakistán o India, no tienen tampoco interés en defender a los que llegan desde el Este de Europa o el Norte de África. Por eso es muy complicado explicar a la población británica que, como muestra la ciencia social, el inmigrante no quita el puesto a los trabajadores nativos más allá de labores de escasa cualificación y en determinados sectores.
-¿Qué tipo de trabajo pueden encontrar en el Reino Unido personas como las que aguardan en el campamento que hay en Calais?
-Están concentrados de forma desproporcionada en sectores propios de la población inmigrante: trabajos poco cualificados donde se precisa trabajar con las manos o a la intemperie, en granjas, bares, restaurantes, hoteles... Luego también en hospitales como enfermeras o en el trabajo doméstico. Pero los refugiados no pueden trabajar hasta que no hayan obtenido el estatus de refugiado.
-¿Puede el mercado laboral británico absorber a esos trabajadores en estos momentos?
-El empleo está creciendo al estarse experimentado una lenta recuperación económica. El desempleo está bajando, pero hay una gran inmigración irregular. Todo apunta a que sería una de las más elevadas de Europa.
-Organismos como el Frontex han dicho que lo que está ocurriendo es porque el Reino Unido está trabajando al margen de las políticas migratorias de la UE, ¿que le parece eso?
-Esa es una de las razones por las que ahora no tiene argumentos para pedir ayuda. El Reino Unido rechazó entrar en el reparto de refugiados, mientras su vecina Irlanda, que en el pasado también había dicho que no, los acogerá. Una actitud como esa complica que Reino Unido encuentre apoyos porque se negó antes a ayudar.
-¿Qué opinan los británicos de la actitud de su Gobierno?
-Por la imagen que dan los medios de comunicación de que está fuera de control, resulta muy complicado explicarles ahora que a Alemania llegan más o que la UE precisa más gente debido al gran envejecimiento poblacional.