La ONU pide a la UE una respuesta integral a la crisis de los refugiados

INTERNACIONAL

Alemania abre las puertas a los sirios y Hungría exige más fondos a Bruselas
26 ago 2015 . Actualizado a las 08:04 h.«Son personas como tú y como yo (...) Estamos hablando de hombres, mujeres, niños e incluso bebés que se han enfrentado a experiencias traumáticas». Fue el claro y escueto mensaje que envió ayer el relator especial de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los migrantes, François Crépeaus, a los dirigentes de la Unión Europea con el objetivo de abrir por fin sus ojos a la peor crisis de refugiados que vive el viejo continente desde la Segunda Guerra Mundial.
Ya no sirven las excusas ni la inacción. La ONU pide a Europa que aporte una solución integral y eficaz al desastre humanitario en sus fronteras y que atienda a las casi 300.000 personas que alcanzaron este año territorio europeo, según cifras de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). La mayor parte, procedentes de Siria: «Es vital que estas personas sean tratadas con humanidad, que se les preste ayuda, que se respeten plenamente su dignidad y derechos», advirtió ayer la portavoz de Acnur, Melissa Fleming.
La comunidad internacional y oenegés critican con dureza la respuesta de la UE y ponen en cuestión la humanidad de las medidas que ha adoptado. Su estrategia «no está funcionando», aseguró Crépeaus antes de advertir de que «construir vallas, usar gases lacrimógenos y otras formas de violencia contra los inmigrantes no hará que dejen de venir».
Acuerdos de Dublín
La responsabilidad histórica de los dirigentes europeos no se pone en duda. Miraron para otro lado hasta que la situación se acabó desbordando en los Balcanes y el Mediterráneo oriental, principales lugares de llegada y tránsito de los migrantes. Alemania se vio ayer obligada a suspender ayer los acuerdos de Dublín y abrir las puertas a todos los refugiados sirios que solicitan asilo político (unos 44.000 en lo que va de año) para tratar de aliviar la presión migratoria de Italia y Grecia, países de llegada y donde se deberían gestionar las solicitudes de asilo.
Este gesto fue aplaudido por la Comisión Europea, que mantiene abiertos 32 procedimientos de infracción, dos de ellos a España, por incumplir la legislación europea en materia de asilo e inmigración: «Lo que se necesita ahora es que todos los Estados miembros presten su apoyo y que adopten y apliquen las medidas», pidió su portavoz, Alexander Winterstein.
Pero no todos los socios europeos se muestran dispuestos a colaborar. El Gobierno de Hungría, frontera exterior del espacio Schengen, no oculta sus tendencias y no se rasga las vestiduras a la hora de frenar la llegada de refugiados. Su primer ministro, el xenófobo Víktor Orban, ha pedido un aumento de la ayuda financiera a la UE para blindar sus fronteras ante la inminente llegada de 10.000 inmigrantes que atraviesan estos días territorio serbio en dirección a Hungría. Según el ministro de Gobernación húngaro, János Lázár, la UE distribuye los fondos de manera «humillante» y exigió ayer más apoyo para «defender Europa». No han dudado en acelerar los trabajos para terminar la valla de cuchillas de 175 kilómetros desplegada en la frontera.
Blindados en Bulgaria
El cierre de puertas puede provocar una situación de emergencia en Serbia. Su vecina, Bulgaria, también ha instalado blindados en la frontera para evitar el paso de refugiados. La ONU anticipa la llegada a territorio serbio de 3.000 migrantes al día procedentes de Macedonia.
«No podemos avanzar sin cuotas», se quejaba ayer el canciller austríaco, Werner Faymann, quien instó a sus socios a aceptar la acogida obligatoria de refugiados. ¿Será suficiente ese compromiso? «Europa debe recuperar su dignidad construyendo una política común de inmigración», advirtió ayer el líder de los socialdemócratas en la Eurocámara, Gianni Pittella.