El cofundador del Frente Nacional fue excluido de su propio partido, ahora dirigido por su hija, por unas polémicas declaraciones hace dos meses
14 oct 2015 . Actualizado a las 20:40 h.El cofundador del Frente Nacional (FN), Jean-Marie Le Pen, ha reclamado ante la Justicia su reintegración en el seno de ese partido francés de ultraderecha, del que fue excluido hace dos meses por unas polémicas declaraciones, y una indemnización de dos millones de euros en concepto de daños e intereses.
El patriarca del clan Le Pen, de 87 años de edad y retirado de la agrupación el pasado 20 de agosto por sus comentarios antisemitas y negacionistas, presentó su demanda ante el Tribunal de Gran Instancia de Nanterre, localidad a las afueras de París donde el FN tiene su sede. La denuncia, según un extracto publicado por el diario L'Opinion en su edición digital, reclama esos dos millones por el perjuicio causado por esa exclusión a su dignidad, honor, notoriedad y acción política.
La dirección del FN ya le expulsó una primera vez en mayo, pero Le Pen apeló a la justicia y en ese y otros dos recursos logró tanto que se le restituyera la militancia como que se anulara el «congreso postal» en el que, a través del correo, se pidió votar sobre la supresión de la figura del presidente de honor.
Este nuevo recurso ante la Justicia, según indica L'Opinion, no está motivado por ningún tipo de «rencor» hacia su hija Marine, que tomó el mando del partido en el 2011. «Pese a haber sido excluido por ella del movimiento que él fundó, sabe aprobar a Marine cuando ésta se muestra capaz de lanzar declaraciones que le parecen conformes a la línea política que él siempre ha defendido», indica el dossier de 65 páginas presentado ante los tribunales y al que tuvo acceso el diario.
El propio Jean-Marie Le Pen reconoció en una entrevista concedida a la cadena BFM TV que «todas las guerras terminan con un armisticio» y que espera que el conflicto familiar finalice «cuanto antes». No obstante, dejó claro que su reclamación no le parece ni extravagante ni desproporcionada, sino una mera defensa de sus derechos ante quienes «injustamente», en sus palabras, le expulsaron de su formación.
«Lucho contra todas las injusticias, incluidas las que me afectan a mí y a mis amigos», indicó el octogenario político, que consideró que se le echó del partido por razones «irrisorias» y lanzó a Marine el mensaje de que no puede defender la Justicia para todos los franceses cuando no la aplica para su movimiento y su propio padre.