Irán se suma a las negociaciones para poner fin a la guerra en Siria

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

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Francia exige un calendario preciso que garantice la salida de Al Asad

29 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Irán, el principal aliado del régimen de Bachar al Asad en Oriente Medio, participará por primera vez en unas conversaciones internacionales para poner fin a la guerra en Siria. El régimen de los ayatolás decidió ayer aceptar la invitación para asistir a la cita de mañana en Viena enviada por Estados Unidos, el país que había vetado hasta ahora su participación en cualquier arreglo pacífico de Siria, como en las conferencias auspiciadas por la ONU del 2012 y el 2014 en Ginebra.

El jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, se verá con su homólogo, John Kerry, ante una mesa de diálogo desde las maratonianas discusiones que cerraron el acuerdo nuclear. Teherán presentó hace meses un plan de arreglo para Siria de cuatro puntos: alto el fuego, gobierno de unidad nacional, reformas constitucional y, por último, elecciones libres.

La invitación a Irán es «una señal de sentido común», señalaba ayer la agencia iraní Irna. Y «el sentido común es la clave de la de la solución», añadía.

Los más sorprendente no es la presencia de Irán -el acuerdo nuclear ha reintegrado al país a la escena internacional-, si no la aquiescencia de Arabia Saudí. La rivalidad entre ambos está en el origen de muchos de los conflictos de la región. La pregunta que todo el mundo se hace es qué hablaron el martes Barack Obama y el rey saudí Salman antes de enviar la invitación al presidente iraní, Hasán Rohaní.

El único escollo

Hay consenso sobre la necesidad de llegar a un acuerdo político para zanjar una guerra que deja más de 250.000 muertos, la expansión del Estado Islámico y un éxodo de refugiados en Europa. El único disenso es cuál debe ser el futuro de Bachar al Asad.

Estados Unidos, Europa y Turquía han dejado de exigir la salida del presidente sirio como condición previa para abrir la transición. Aceptan que siga un tiempo en el poder para facilitar un consenso con Rusia e Irán, pero no para siempre. El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, apuntó ayer que los aliados quieren un «calendario preciso» para su salida de la presidencia.

Para la principal alianza política opositora la participación de Irán solo complicará las conversaciones de Viena, ya que su deseo es mantener a Al Asad.

El director de la CIA, John Brennan, está convencido de que a largo plazo Rusia no se aferrará a Al Asad. «El Kremlin estará dispuesto a dejar que caiga si encuentra otra solución que se adecúe a los intereses de Moscú y que pueda ser aceptada por gran parte de la población siria», dijo en una conferencia en Washington.

De la primera reunión cuatripartita (EE.UU. Rusia, Arabia Saudí y Turquía) del pasado viernes, se pasará mañana a una cita con una decena de países participantes: Egipto, Irak, Emiratos Árabes, Líbano, Jordania, Alemania, Francia, Reino Unido, la UE.

Riad y Teherán, dos acérrimos enemigos frente a frente

Siria ha sido el campo de batalla perfecto para que Arabia Saudí e Irán, la dos potencias regionales acérrimas enemigas, midan sus fuerzas. Los intereses diametralmente opuestos del reino suní y el régimen chií se encontrarán frente a frente mañana en la mesa de negociaciones en Viena. Sus posiciones serán determinantes para el éxito de cualquier acuerdo que ponga fin a la guerra.

¿Cómo participa en la guerra Arabia Saudí?

Arabia Saudí, bastión del wahabismo (una doctrina suní radical), se involucró desde el primer momento en la guerra, financiando y armando a grupos rebeldes de tendencia islamista, pero alejada de los Hermanos Musulmanes, y hace un año se unió a la campaña aérea liderada por Estados Unidos.

¿Y cuáles sus objetivos?

Su objetivo es echar del poder a Al Asad, miembro de la minoría alauí (una rama del islam chií) e imponer un régimen suní aliado, acabando así con la influencia de Teherán. La reintegración internacional de Irán tras el acuerdo nuclear ha exacerbado los ánimos en el reino ultraconservador y dañado sus relaciones con EE.UU. Arabia Saudí es muy escéptica con la cita de Viena. Su ministro de Exteriores saudí, Adel al Juberi, señaló ayer que las conversaciones permitirán saber si Rusia e Irán son «serios». «Si son serios, lo sabremos; y si no lo son, también lo sabremos y dejaremos de perder tiempo con ellos», declaró Al Juberi.

¿Cuál es la implicación del régimen iraní?

Desde el inicio de la guerra, Teherán ha dado apoyo al régimen de Bachar al Asad, financiando, armando y enviado a asesores militares, cuando la milicia de Hezbolá era el único apoyo sobre el terreno. Coincidiendo con el inicio de los bombardeos rusos su implicación ha subido varios grados. Una muestra de su creciente papel, ha sido el reconocimiento oficial de la muerte de quince de sus militares en Siria, entre ellos varios generales de la unidad de élite de los Guardianes de la Revolución. Teherán sigue negando tener tropas de combate el terreno, pese a las informaciones que apuntan a un despliegue de miles de soldados coincidiendo con los bombardeos rusos. Solo en la ofensiva para recuperar Alepo, una batalla clave en la guerra, el Pentágono señala que hay 2.000 soldados iraníes o combatientes apoyados por Irán. El general Qasem Soleimani, jefe de la fuerza Al Qods, la unidad de élite en el exterior, viaja con frecuencia a Siria. De lo que más se vanagloria Teherán es de la creación de las paramilitares Fuerzas de Defensa Nacional de Siria.