Macri llega al final de la campaña argentina con ventaja sobre el candidato peronista Scioli

carlos Ocampo REDACCIÓN / LA VOZ

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MARCOS BRINDICCI | Reuters

Los últimos sondeos apuntaban a una victoria del candidato de Cambiemos, que logró aunar el desencanto de los argentinos con la política de gestos excesivamente autoritarios del kirchnerismo

20 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los dos candidatos argentinos a suceder a Cristina Fernández cerraron ayer la campaña electoral. El conservador Mauricio Macri, en tono triunfal, a pesar de ser el aspirante. Y el oficialista (que no kirchnerista, pues nunca fue el favorito de la presidenta) Daniel Scioli, atacando las difusas propuestas de su rival para convencer al importante cupo de indecisos.

Macri, que parte como favorito a pesar de quedar segundo en la primera vuelta, hizo su último acto de campaña en Humahuaca, en la provincia de Jujuy, una de las más pobres del país. En un acto en el monumento a los Héroes de la Independencia, celebró un festivo Acto de la Esperanza «que la gente empieza a sentir con el cambio».

Scioli, que siente cómo los votos del tercer candidato el 25 de octubre, Sergio Massa, se le escapan hacia su contrincante, cerró un primer acto en Mar del Plata en el que insistió en diferenciarse de Macri, esta vez del millonario «creído de Barrio Parque» (una de las zonas más exclusivas de Buenos Aires). Como si no fuera él también hijo de una acomodada familia italiana, Scioli se presentó como «un trabajador que nació en Villa Crespo». Scioli celebró un segundo acto en el populoso barrio obrero de La Matanza, donde buscó amarrar el voto peronista.

El fin del peronismo

Los últimos sondeos apuntaban a una victoria del candidato de Cambiemos, que logró aunar el desencanto de los argentinos con la política de gestos excesivamente autoritarios del kirchnerismo, tanto el de los conservadores como el de la mayoría de los votantes del candidato que quedó fuera de la segunda vuelta, un nada despreciable 20 %.

Su victoria pondría fin a 70 años de historia. Ningún presidente no peronista logró terminar su mandato en los últimos 70 años. El radical Raúl Alfonsín, primer mandatario tras la dictadura militar (1976-83), claudicó ante el peronista Carlos Menem en 1989, después de 13 paros generales y una crisis de hiperinflación histórica. Fernando de la Rúa, que asumió en 1999 la presidencia por la alianza demócrata-cristiana solo se sostuvo dos años. Macri aparta los malos presagios: «Espero que tengamos una transición ordenada, que demostremos que maduramos», dijo aludiendo a Cristina.