La canciller venezolana le responde que su país es un modelo en derechos humanos
22 dic 2015 . Actualizado a las 02:41 h.El presidente argentino, Mauricio Macri, pidió ayer en Asunción la «pronta liberación de los presos políticos» en Venezuela. Era lo que se esperaba en su primera intervención en la cumbre de jefes de Estado del Mercado Económico del Sur (Mercosur), que se celebró ayer en la capital de Paraguay.
La contundente declaración del recién investido presidente argentino -«No puede haber lugar a la persecución ideológica y la privación ilegítima por pensar distinto», afirmó- no encontró respuesta de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, que a última hora del domingo aludió a «compromisos internos» para no acudir a la cumbre. En su lugar, Venezuela estuvo representada por la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez, que respondió en el tono desafiante y polémico que se instaló en la escena de las relaciones entre Argentina y Venezuela desde que Macri asumió el poder.
La canciller caribeña, tras acusarlo de defender «la violencia política» y reprocharle el «injerencismo», se mostró dispuesta a «hablar de derechos humanos», pero «sin doble moral», y puso a su país como «modelo hoy en el mundo» de su defensa. «No podemos hablar de derechos humanos para defender a los violentos causantes de acciones de naturaleza terrorista y para penalizar y criminalizar las protestas sociales», concluyó Rodríguez.
Los demás, al margen
El tema de los derechos humanos tuvo un protagonismo inesperado en esta cumbre de Mercosur. En la reunión de cancilleres de la víspera, el del país anfitrión, Eladio Loizaga, explicó que se había discutido el establecimiento de una comisión como las que existen en la ONU y la OEA y que al menos acordaron resucitar un protocolo que mide el compromiso con los de derechos humanos firmado hace diez años. En su declaración final pidieron a los países que no lo han ratificado (Venezuela, en concreto) que lo hagan en breve.
Sin embargo, los demás presidentes -Dilma Rousseff, el uruguayo Tabaré Vázquez y el anfitrión Horacio Cartes, además de Michelle Bachelet y Evo Morales, por los asociados Chile y Bolivia- prefirieron no inmiscuirse en el altercado entre Argentina y Venezuela y centrarse en los asuntos comerciales.