Afectados por el terremoto del año pasado en Nepal o del ocurrido en HaitÍ en el 2010 no tienen todavía casa
24 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Ecuador se ha sumado esta semana a esa larga lista de países que sufren las consecuencias de un desastre natural. La respuesta a la emergencia no se ha hecho esperar, pero ¿qué pasará luego? Quizá lo que está ocurriendo en Nepal, donde mañana se cumplirá un año del terremoto que acabó con la vida de 8.700 personas, destruyendo el hogar de unas 600.000 familias. O lo que ha pasado en Haití, donde el seísmo del 12 de enero del 2010 se saldó con 300.000 muertos, además de dejar a más de un millón de personas en la calle. En ambos países, pese al paso del tiempo y las promesas de fondos para la reconstrucción, hay todavía mucha gente que ha convertido los campos de refugiados o las casas de emergencia levantadas por las oenegés en vivienda habitual. El error: muchas veces se dedican grandes esfuerzos para la emergencia, dejando en segundo plano la reconstrucción.
El tsunami del 26 de diciembre del 2004 en el sudeste asiático, el terremoto del 2008 en China, con 65.000 muertos, o el seísmo con el posterior tsunami de Japón del 2011 son otros ejemplos de que la respuesta en el trabajo de reconstrucción es dispar. Por no hablar de lo que ha ocurrido en Nueva Orleans después del huracán Katrina, en el 2005, o en Chile tras el terremoto del 2010, con dos millones de damnificados. Porque, como explica la directora de Acción Humanitaria de Intermón Oxfam, Bárbara Mineo, «no es lo mismo que el desastre ocurra en un país con un Gobierno con capacidad de respuesta que en un estado que vive en la pobreza extrema».
Durante los años que lleva trabajando para diferentes organizaciones humanitarias, Mineo ha estado en Nepal, Haití y Chile. Su experiencia la avala para concluir que aunque la recuperación no es la misma hay algo común: «El más damnificado es el sector más vulnerable de la población».
Haití
Un grave problema de infravivienda. «Ya no se ven escombros por la calle, pero aún hay 80.000 personas viviendo en los campos de refugiados. La mayor parte de la gente que perdió su hogar ha ido a vivir a favelas. Todo el problema de infravivienda que había en el país, sobre todo en las zonas urbanas, ha empeorado después del terremoto». La última vez que Iolanda Fresnillo estuvo en el país fue hace un año. La investigadora del Observatorio de la Deuda en la Globalización y autora de Haití, los otros terremotos describe los pasos que da el país para recomponerse. Habla de cómo es el barrio de Canaan, o la tierra prometida, donde se han ido asentando a lo largo de este tiempo unas 100.000 personas. «Realmente es una gran favela levantada en la ladera de una montaña en Puerto Príncipe. No hay servicios...». Porque en Haití la idea de aprovechar el desastre para construir mejor no se ha cumplido, como tampoco en Nepal. «De todo lo prometido para la reconstrucción ha llegado sobre el 60 o 65 %», explica.
Y el gran problema lo tienen sobre todo las personas que no pueden acreditar con papeles que tenían la propiedad de una vivienda. «Allí usan mucho la autoconstrucción y no tienen documentos. Otros los perdieron durante el terremoto. Al no hallarlos, no pueden acceder a la ayuda para reconstruir la casa», añade la investigadora.
Nepal
Más de 40.000 familias carecen de documentos para recuperar la tierra. Justo mañana se cumple un año del terremoto. Nepal es un país donde aún perviven las castas. Eso se nota en la reconstrucción. De las 600.000 familias que perdieron su hogar, más de 40.000 no tienen documentos para demostrar que un pedazo de tierra era suyo. La vulnerabilidad se ceba con ellos, especialmente con las mujeres. Lo dice un informe de Intermón Oxfam, que también advierte que buena parte de los dos millones de personas que tuvieron que cobijarse en refugios de emergencia siguen en ellos. Además, hay 26.000 desplazados de sus pueblos.
Japón
Aún hay personas viviendo como evacuados. Japón no ha logrado recuperarse de la catástrofe de Fukushima. Entre el 2011 y el 2015, el Gobierno japonés dedicó 207.000 millones de euros a la reconstrucción de las zonas afectadas, pero en algunas solo ha llegado al 40 %. De aquí al 2018 prevé invertir otros 51.030 millones para levantar viviendas, arreglar infraestructuras...
Chile
Un ejemplo de reconstrucción. Una de cada seis casas de las zonas afectadas por el terremoto del 2010, de Valparaíso a la Araucanía, quedaron devastadas. Poco más de tres años después del suceso, un estudio de la Universidad de Berkeley ponía al país como ejemplo de reconstrucción. Al año del desastre el 60 % de las subvenciones ya tenían destinatario, además de estar levantándose ya el 35 % de las viviendas. Pero más allá de eso Chile elaboró políticas para blindarse contra los desastres naturales. Endureció las normas para poder construir, reestructuró el organismo de emergencias, dedicó más presupuesto a tecnología para detectar terremotos. Y dicho esfuerzo tuvo su fruto. El posterior terremoto del 2015, de magnitud 8,4, dejó solo 12 muertos.