Los saqueos vuelven a la ciudad donde Hugo Chávez situó el comienzo de la revolución bolivariana
18 may 2016 . Actualizado a las 17:39 h.Los saqueos llegaron a lo que Hugo Chávez denominaba la cuna de la revolución bolivariana. Centenares de habitantes de la urbanización 27 de Febrero, en Guarenas, ciudad dormitorio a unos 25 kilómetros de Caracas, salieron a las calles exigiendo comida, donde fueron reprimidos por la militarizada Guardia Nacional Bolivariana.
En toda esta ciudad, de clase obrera, se produjeron cortes de vías, intentos de saqueos y protestas, acompañadas de caceroladas, durante la jornada de ayer. Tuvieron su epicentro en la urbanización antes llamada Menca de Leoni (el nombre de una primera dama de los años de la democracia), que fue rebautizada por Diosdado Cabello, en su paso como gobernador del estado de Miranda, con la fecha en la que comenzaron los saqueos conocidos como el Caracazo. Aquí sitúa el chavismo la génesis del movimiento de militares y civiles que intentaría, tres años después, en 1992, derrocar a Carlos Andrés Pérez mediante un golpe de Estado y llegaría democráticamente al poder (amnistía mediante para los golpistas) en 1998.
Aunque chavistas, los habitantes de 27 de Febrero nunca le cambiaron el nombre a su urbanización. Ayer gritaban «Menca tiene hambre» mientras aporreaban las ollas y cortaban las calles de la urbanización. Hubo intentos de saqueo que llegaron a afectar a al menos tres comercios, según fuentes extraoficiales.
Que las manifestaciones lleguen a esa ciudad y a esa barriada, de edificios construidos por el Estado durante la década de los 60, es mucho más que simbólico. Así como todos los Gobiernos venezolanos han temido que un incremento de la gasolina provocara una explosión social como la de 1989, también han tenido particular temor a las protestas de esta ciudad. Hasta no hace mucho de un chavismo militante, también en ella la oposición obtuvo una victoria electoral inapelable en diciembre.
El fantasma de la repetición del Caracazo viene presentándose desde hace más de un año, y muchos analistas consideran que están ante él, pero por entregas: en lo que va del 2016 hubo 166 saqueos, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. La organización contabilizó 2.138 protestas durante el primer cuatrimestre del año, lo que supera de largo las registradas por la propia OVCS durante todo el 2015 (1.910). El incremento de la conflictividad social explica el extraordinario nerviosismo de Nicolás Maduro, su intención de que la calle no le pase por encima y su temor a que su Gobierno esté, quizás, a días de verse desbordado.