«La pertenencia de Turquía no se cuestiona», se subrayó desde el cuartel aliado en Bruselas
11 ago 2016 . Actualizado a las 07:34 h.Las tensas relaciones entre Turquía y Occidente tras el fallido golpe obligaron ayer a la OTAN a salir al paso de las especulaciones de varios medios sobre una posible ruptura con su socio turco, en pleno acercamiento con Rusia. «La pertenencia de Turquía no se cuestiona», se subrayó desde el cuartel aliado en Bruselas. Un mensaje muy distinto al enviado desde Ankara por el portavoz presidencial, Obrahim Kalin, quien aseguró que el país se está sopesando «otras opciones» para cooperar en materia de defensa porque no ha recibido el apoyo que esperaba de sus aliados de la OTAN tras la asonada militar del 15 de julio.
Para enredar aún más ese distanciamiento, un almirante del Ejército turco que trabaja en una base de la OTAN de Norfolk (Virginia) ha solicitado asilo en Estados Unidos. tras haber sido requerido por el Gobierno turco tras la intentona golpista. El contraalmirante Mustafá Zeki Ugurlu, sobre quien pesa una orden de detención, fue expulsado de las fuerzas armadas.
Turquía, dolida por el tibio apoyo de Washington y Bruselas, no ha dejado de implicar a Occidente en la asonada militar. Ayer mismo el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, acusó a la Unión Europea de haber atizado el sentimiento antieuropeo en Turquía, «favoreciendo», e inclusive «alentando», a los autores del golpe.
Por su parte, el presidente Recep Tayyip Erdogan promete continuar la purgas «aunque se despida a 200.000 funcionarios» y trazó un símil entre la «limpieza» de golpistas en Turquía y los despidos masivos llevados a cabo en Alemania durante la reunificación en 1990.
Atentado del PKK
En medio de la crisis política, el sudeste del país sufrió dos atentados atribuidos por los medios a los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que se cobró ocho vidas. Cuatro civiles y un agente murieron en un ataque con coche bomba en el centro de la ciudad de Diyarbakir mientras que otros dos civiles y un policía fallecieron en otra explosión simultánea en Kiziltepe, en la provincia de Mardin. Ambas bombas explotaron al paso de vehículos de la policía, según la agencia Dogan.