La muerte a tiros de otro hombre negro desarmado reactiva las protestas en EE.UU.

Adriana Rey NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Un suburbio de San Diego, escenario del tercer fallecido a manos de la policía en los últimos diez días

29 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Oklahoma, Charlotte y ahora San Diego. Esta ciudad ha sido el último escenario en el que la policía ha vuelto a matar a otro hombre negro y desarmado. Se llamaba Alfred Olango, tenía unos 30 años y es el tercer muerto en circunstancias similares en los últimos diez días en EE.UU.

«Varios pares de ojos analizarán esto, no solo los nuestros», aseguraba Jeff David, jefe de policía de El Cajon, un suburbio de San Diego, California. Según la versión policial, dos agentes respondieron a una llamada que alertaba de un hombre «fuera de sí» y caminando entre el tráfico, «poniendo en riesgo no solo su vida, sino la de los conductores». Los agentes habrían entablado una conversación con el sospechoso y le dispararon después de que sacara algo del bolsillo, algo que no era un arma, tal y como especificó la propia policía a la agencia Associated Press. «El sujeto no dejó de moverse y en un momento sacó rápidamente un objeto del bolso delantero de su pantalón, juntó las manos y las extendió en lo que parecía ser una posición de tiro», explicó.

«Llamé para pedir ayuda, no para que le mataran», dice entre gritos y lágrimas la hermana de Alfred, en un vídeo difundido en redes sociales y en el que se sugiere que la víctima podría tener problemas mentales.

Tras lo ocurrido, la noche del martes se llenó de nuevas protestas vecinales al grito de «las vidas de los negros importan», o «manos arriba no disparen». Lemas que llevan resonando ya demasiado tiempo en las calles estadounidenses.

Uno de los escenarios que más protestas ha registrado en los últimos días ha sido la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte. Allí murió la semana pasada Keith Lamont Scott, un hombre negro tiroteado por la policía y desde allí algo ha vuelto a estremecer a los estadounidenses. Se trata del lamento de Zianna Oliphant, una niña afroamericana de 9 años que entre lágrimas pedía igualdad, ante decenas de personas y en una sesión abierta en el Ayuntamiento. «He venido aquí para hablar sobre cómo me siento. Siento que somos tratados diferente, con respecto a otra gente. No me gusta cómo somos tratados, solo por ser negros, eso no significa nada para mi».

La pequeña lloraba sin entender ni compartir la realidad de un país que habla de una extrema tensión racial y su ciudad, Charlotte, ha estado en el ojo del huracán: «Es una vergüenza que maten a nuestros padres y madres y que no podamos verlos más. Es una vergüenza que tengamos que ir al cementerio y enterrarlos», decía Zianna con una seguridad poco propia de su edad.

Dos niños heridos

Mientras, Carolina del Sur vivía otro episodio de la violencia armada que estremece a Estados Unido. Ayer, dos niños y una profesora resultaban heridos en un tiroteo en la escuela de primaria Anderson, en la ciudad de Townville. El colegio fue evacuada y un adolescente detenido como supuesto autor del tiroteo, según las autoridades.

Clinton suma nuevos apoyos republicanos

El triunfo de Hillary Clinton en el primer cara a cara contra Donald Trump comienza a dar sus frutos como esperaba el Partido Demócrata. Los asesores de la ex primera dama sabían que si el republicano fallaba, habría muchos que saltarían del barco y esto, es exactamente lo que ha pasado en las últimas horas.

Tras ver al magnate en acción, tres diarios republicanos han pedido públicamente el voto demócrata y uno de ellos, en un movimiento sin precedentes. Se trata de The Arizona Republic, cuya junta editorial ha justificado su decisión en que «Clinton tiene el temperamento y la experiencia para ser presidente. Donald Trump no». El diario, fundado hace 126 años, asegura que «en lugar de ofrecer soluciones, Trump cuelga chivos expiatorios como piñatas e invita a la gente a aporrearlas». La postura de este rotativo estuvo precedida de la de otros dos diarios republicanos: el texano Dallas Morning News y el Cincinnati Enquirer, de Ohio, cuyos editoriales consideraron a Trump como «un peligro para el país».

Para desesperación del partido conservador, la fuga no se ha detenido aquí. Su candidato tampoco es plato de buen gusto para el histórico exsenador republicano por Virginia John Warner (conocido también por su matrimonio con Elizabeth Taylor en 1976), quien se une así a la larga lista de críticos que no quieren ver a Trump ni en pintura.

Eso sí, algunos apoyos a Clinton han sido más sonados que otros. Ha sido el caso de las cantantes Katy Perry y Madonna, quienes se han desnudado en las redes sociales para mostrar su apoyo a la candidata demócrata. «¡Votaré desnuda con Katy Perry! Vota por Hillary. ¡Ella es lo mejor que tenemos! Votando Desnuda, serie 1», tuiteó Madonna acompañaba con una imagen suya.

Mientras tanto, las campañas siguen afinando sus estrategias. El primero en evidenciarlo ha sido Barack Obama. «Si no votan, será un voto para Trump», decía en ABC News en un intento de movilizar a los votantes. Lo cierto es que dicha movilización está registrando giros inusuales, como el de Carolina del Norte, donde los demócratas están por delante en las solicitudes del voto por correo, cuando históricamente ha sido al revés. Michelle Obama reforzó el mensaje en un mitin en Filadelfia, en el que cargó contra Trump al afirmar que se necesita «un adulto en la Casa Blanca».

En paralelo, la estrategia de Trump habla de práctica y más práctica. Según The New York Times, los asesores del magnate le están presionando para que esta vez sí, se prepare el segundo duelo contra Clinton. Ella, entretanto, volvía ayer a compartir mitin con su rival en primarias, Bernie Sanders. Lo hacían el mismo día en el que la policía rusa difundía que los piratas informáticos que espiaron al Comité Demócrata en julio alquilaron servidores rusos. Dichos hackers sacaron a la luz una serie de correos electrónicos que demostraban la campaña contra Sanders dentro del partido.