Juncker dice que serán «intransigentes» y Hollande insiste en que salir del club no sale gratis
08 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.¿Divorcio suave o divorcio duro? Es el dilema que trata de resolver Theresa May a escasos seis meses de que el Reino Unido inicie el proceso de desconexión de la UE. Londres sopesa poner el piloto automático en lugar de enfangarse en tediosas negociaciones, lo que supondría una ruptura radical de las relaciones con Bruselas. Fin de la libre circulación de personas, restablecimiento de fronteras y restricciones a los permisos de trabajo para ciudadanos de la Unión.
Los planes de May han hecho temblar a la City de Londres, pero también despertaron la ira del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. Hastiado por la actitud impertinente de los británicos, advirtió de que la UE será «intransigente» en las negociaciones si Londres opta por una separación exprés a cara de perro. Bruselas acepta el desafío lanzado por May y le recuerda que no habrá regateos ni alternativa al respeto «íntegro» de las cuatro libertades de circulación (personas, capitales, bienes y servicios). «No se puede estar con un pie dentro y uno fuera. Si empezamos a deshacer el mercado interior, será el fin de Europa», justificó.
Otro dirigente que zarandeó a May fue François Hollande, a quien le bastó una frase la noche del jueves para poner patas arriba a la libra. «Es necesario que exista una amenaza, un riesgo, que se pague un precio» para el que decida irse de la UE, exclamó el presidente francés, quien instó al resto de líderes europeos a llegar «hasta las últimas consecuencias» si Londres se decanta por una negociación sucia.
Caída de la libra
Segundos después, la moneda británica iniciaba un meteórico descenso en los mercados asiáticos. El desplome fue tan veloz que dejó perplejos a los corredores de bolsa. La divisa alcanzó mínimos de hace cinco años respecto al euro (88.5 peniques/euro) y de 31 años respecto al dólar (1.2 dólares/libra). No cabe duda de que el anuncio de la fecha del brexit y los temores a un divorcio ruin tuvieron mucho que ver. «Los factores negativos se estaban acumulando contra la libra y, al final, la presa se rompió. Todavía no hemos visto lo peor», aseguró a AFP Yosuke Hosokawa, de Sumitomo Mitsui Trust Bank. Sin embargo, el ministro de Finanzas británico, Philip Hammond, culpó del desplome a un error técnico..
A la trifulca se sumó el expremier Tony Blair, quien deslizó la posibilidad de volver a la política para salvar al país del brexit abrupto de Theresa May. Sin embargo, el laborista no pasa por su mejor momento, con su imagen muy dañada por su papel en la guerra de Irak.
La agresión que dejó inconsciente al eurodiputado Woolfe, bajo investigación
¿Qué ocurrió en el interior de la reunión del UKIP? ¿Agredió Hookem a Woolfe tras una acalorada discusión? Nadie sabe a ciencia cierta lo que sucedió entre las cuatro paredes de la sala en la que se dieron cita el pasado jueves los miembros del partido eurófobo británico. Solo los implicados. Y sus versiones difieren.
Steven Woolfe todavía de recupera de la conmoción que sufrió tras el supuesto guantazo que le asestó su compañero, Mike Hookem, tras una reyerta a puerta cerrada. Su cuerpo apareció tendido e inconsciente en una pasarela de la Eurocámara, fruto de la agresión. «Yo no buscaba pelea. Le dije que teníamos que salir de la sala porque el ambiente se crispaba y me malinterpretó (...) Me dio un puñetazo», aseguró desde la cama del hospital de Estrasburgo, donde todavía guarda reposo.
El apocado relato del abogado contrasta con la del veterano de las Fuerzas Aéreas británicas, Hookem, quien desmiente la historia narrada por Woolfe: «No pegué a Steven y no vi que se golpeara su cabeza (...) Vino hacia mí y me defendí, pero no hubo puñetazos ni bofetadas», aseguró a la cadena BBC.
De «hombre a hombre»
Algunos miembros del partido aseguran que Woolfe se encaró con Hookem después de que este ridiculizase su candidatura para liderar el UKIP. Según testigos del bochornoso altercado, Steven le desafió a enfrentarse de «hombre a hombre» en los pasillos. «He pedido al presidente y al secretario del partido que conduzca una investigación a principios de la semana que viene para descubrir la verdad», anunció el líder interino de la formación, Nigel Farage, artífice del brexit. El UKIP se encuentra sumido en una encarnizada lucha interna por el poder que no ha pasado desapercibida en el Parlamento Europeo.
El propio presidente de la institución, Martin Schulz, tuvo que tomar cartas en el asunto y anunció que pondrá en marcha una investigación sobre los hechos: «Es un asunto extremadamente serio», aseguró el alemán, quien ha tenido sonadas broncas en el hemiciclo con los miembros más vehementes de la formación independentista. Sus discursos populistas y antieuropeos han quedado eclipsados en esta ocasión por la particular forma que tienen de dirimir sus diferencias internas.