Las FARC aceptan pagar a las víctimas de la guerra

Francisco Espiñeira Fandiño
FRANCISCO ESPIÑEIRA REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

JOHN VIZCAINO

La guerrilla asume la mayoría de las exigencias de Uribe, pero logra mantener la presencia política

15 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El documento que recoge el acuerdo de paz en Colombia entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC ha engordado. De las 297 páginas que formaban el pacto alcanzado en La Habana entre los representantes del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y los insurrectos, se ha pasado a las 310 en las que se recogen algunas de las exigencias impuestas por los afines a Álvaro Uribe y otros organismos opositores, reforzados por su victoria en el referendo del 2 de octubre.

La negociación no ha sido fácil. Las partes en conflicto anunciaron la resurrección del acuerdo de paz el sábado por la noche, pero hasta ayer no dieron a conocer el documento por las discrepancias de última hora.

Los cambios

Según admiten las FARC y presumen los uribistas, la nueva redacción del acuerdo garantiza la inclusión de 56 de las 57 demandas esgrimidas por los defensores del no. La más importante es la entrega por parte de la guerrilla de todo su dinero -cuyo importe se desconoce- para ayudar a pagar las indemnizaciones a las víctimas.

Pero hay otros muchos aspectos que los opositores a Santos exigían y ahora se contemplan, como la protección de la propiedad privada para evitar posibles expropiaciones, algo que exigía la guerrilla. También han tenido que ceder las FARC en el período en el que podrán ser juzgados de sus delitos, que serán de 10 años, aunque no podrán presentarse denuncias a partir de los 24 meses de la firma de la paz.

Y no menos trascendente es otorgar a los jueces colombianos la responsabilidad de juzgar a los acusados, cuando las FARC pretendían que la depuración de responsabilidades penales corriera a cargo de magistrados internacionales con el fin, dijeron, de garantizar la neutralidad.

La guerrilla también tendrá que presentar un inventario de armas y renunciar a la inclusión del acuerdo en la Constitución.

Lo que se mantiene

La única victoria en firme de los representantes del comandante guerrillero Timochenko en el proceso negociador es el mantenimiento de los privilegios políticos. Los líderes de las FARC se garantizan la posibilidad de presentarse a las elecciones y una cuota mínima de cinco senadores y cinco congresistas durante las dos próximas citas con las urnas, al margen de los resultados que obtengan. Ello les permitirá no solo visibilidad e influencia en el apartado legislativo, sino también inmunidad ante posibles procesos judiciales.

¿Habrá referendo?

La última duda que queda por resolver es si los gobernantes de Colombia volverán a someter a votación popular el refrendo del acuerdo de paz tras el fracaso del anterior. A Santos no le disgusta la posibilidad y los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, que lideraron el no, también se comprometieron a un nuevo plebiscito con sus seguidores.