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La trama de sobornos de Odebrecht salpica al presidente de Colombia

Héctor Estepa
héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

La trama de Odebrecht
La Voz

El fiscal general abre una investigación sobre la entrega de fondos a su campaña

09 feb 2017 . Actualizado a las 13:10 h.

Odebrecht está haciendo temblar los cimientos de América Latina. Políticos y funcionarios de hasta 12 países esperan atemorizados tras las últimas revelaciones de uno de los mayores casos de corrupción en la historia del continente. El gigante brasileño de la construcción y el petróleo pagó durante años unos  786 millones de euros en sobornos a altos cargos a cambio de la concesión de importantes proyectos de infraestructura. El escándalo comenzó hace un año, tras la detención de una secretaria de la empresa. Desde entonces se han filtrado decenas de nombres de políticos de alto nivel untados por la máquina corrupta. El martes le tocó el turno al presidente de Colombia y reciente Premio Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos.

El fiscal general de su país, Néstor Humberto Martínez, compareció públicamente a última hora de la tarde para dar cuenta de la confesión judicial del exsenador Otto Bula, procesado por aceptar 4,3 millones de euros de Odebrecht a cambio de la concesión de la obra de una carretera. «Se ha establecido que de dicho monto, el señor Otto Bula tramitó durante el año 2014 dos giros hacia Colombia, que fueron monetizados en su momento por la suma total de 1 millón de dólares (936.000 euros), cuyo beneficiario final habría sido la gerencia de la campaña Santos Presidente-2014», afirmó el fiscal.

La sorpresa fue mayúscula. Funcionarios cercanos a Santos se han apresurado a desmentir lo declarado por Bula. «Esas sindicaciones son infundadas, tendenciosas y calumniosas», declaró Roberto Prieto, gerente de la campaña presidencial de Santos. Niega haber recibido los fondos y también conocer a Bula. «Nunca, pero nunca, he compartido con él siquiera un café». Más duro se mostró Camilo Enciso, secretario de Transparencia. «Es la palabra de un delincuente que busca a cualquier precio beneficios judiciales». El fiscal general volvió a comparecer ayer ante los medios ante el revuelo que se organizó en torno al caso. Dijo estar investigando el asunto, pero matizó. «Por ahora, el testimonio de Otto Bula, sus declaraciones bajo juramento, es la única prueba del ingreso de un millón de dólares a la campaña de Santos», admitió.

Bula no es el único político procesado en Colombia por los sobornos de Odebrecht. El ex viceministro de Transportes durante el segundo Gobierno de Álvaro Uribe, Gabriel García, es acusado de haber recibido unos 6 millones de euros por otra concesión. La campaña del ex candidato uribista a la presidencia en 2014, Óscar Iván Zuluaga, también podría haber sido financiada por Odebrech.

Los tentáculos

Los tentáculos del gigante brasileño de la construcción, que llegó a tener 128.000 empleados, han golpeado la democracia latinoamericana. Santos no es el único presidente en entredicho. La fiscalía de Perú solicita el ingreso en prisión preventiva por hasta 18 meses del ex presidente Alejandro Toledo (2001-2006). Podría haber recibido hasta 20 millones de euros en sobornos. Su caída ha supuesto un escándalo nacional. También se investiga la campaña del ex presidente Ollanta Humala.

Hasta 33  millones de euros pagó Odebrecht a altos cargos en otro país, Ecuador, con el objetivo de adjudicarse obras públicas. Una cantidad similar fue a parar a Argentina durante el gobierno de Cristina Fernández. Logró la concesión de una refinería petrolera y la ampliación de los gasoductos nacionales. Le rentó el dinero invertido: consiguió un beneficio ocho veces superior.

La constructora pagó también sobornos por 10 millones de euros en México. Invirtió 90 millones más en Venezuela. Hay países que ya han procesado a la constructora. Un juzgado de Nueva York condenó a Odebrecht a pagar más de 3.200 millones de euros en concepto de multa. Los expertos creen que seguirán saliendo nombres de dirigentes implicados. La prensa brasileña ha filtrado que los tres últimos dirigentes del país, Lula da Silva, Dilma Roussef y Michel Temer, podrían haber recibido coimas de forma directa o indirecta. Hay caso para rato, para escarnio de todo un continente.

Los adversarios del nobel reclaman su dimisión

Los adversarios políticos de Santos no esperaron a que la autoridad electoral compruebe las acusaciones. El uribismo en bloque, el expresidente Andrés Pastrana y el ex procurador Alejandro Ordóñez pidieron la renuncia del jefe del Estado. Según Colpisa, la noticia fue también un nubarrón para los delegados del último premio Nobel de la paz durante la instalación formal, después de tres años de diálogos exploratorios, de la fase pública de dialogo con la guerrilla del ELN. Representantes e invitados se reunieron en la hacienda de Cachampamba, a 25 kilómetros al norte de Quito. No tuvo un perfil alto. No asistió el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, porque el 27 de octubre recibió un plantón en la Capilla del Hombre, al cancelarse el inicio del diálogo porque el ELN no liberó a los secuestrados. El jefe de la delegación gubernamental, Juan Camilo Restrepo, afirmó que la «mesa con el ELN no debe confundirse con una paz exprés». Lo único en contra es que ,a diferencia de la negociación con las FARC, con un Gobierno recién estrenado, a Santos ahora solo le quedan dos años en la presidencia. Ayer fue el primero de los 45 días de sesión ininterrumpida de trabajo. Los primeros puntos a tratar serán la participación de la sociedad en las negociaciones y la desescalada de la guerra. Francisco Beltrán, jefe de la delegación «elena», pidió un «acuerdo humanitario», admitió que «todos debemos cambiar», y aseguró que para finalizar el conflicto armado «vamos a sacar la violencia de la lucha política».