Los «tories» sopesan adelantar comicios tras el nuevo fracaso de laboristas y UKIP
INTERNACIONAL
El candidato del UKIP, Paul Nuttall, rechazó dimitir pese al batacazo que ha sufrido
25 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los laboristas consiguieron mantener su feudo de Stoke Central tras más de 80 años gobernando en esa circunscripción, pero dijeron adiós después de tres décadas al de Copeland, que pasó a manos conservadoras. Volvieron a sonar las voces desde dentro de la formación pidiendo la dimisión de Jeremy Corbyn, pero este respondió a los ataques diciendo que seguirá en el puesto para combatir «la austeridad y los recortes».
En parte se valió de que el fracaso laborista no fue un descalabro absoluto. Le ganaron la batalla al antieuropeísta UKIP en Stoke-on-Trent, un territorio donde el brexit se impuso con un 70 % de los votos en el referendo del año pasado y en el que el actual líder del UKIP, Paul Nuttall, se jugaba la opción de despejar las dudas sobre el futuro de su formación una vez que consiguió plasmar su razón de ser programática, sacar a Londres de la UE. Lejos de anunciar su renuncia, Nuttall apostó por seguir, con el argumento de que las cosas en política llevan tiempo, como probaría que conseguir el brexit les costó 23 años.
Los defensores de Corbyn, como su responsable de Economía, culparon directamente de la derrota en Copeland a las divisiones dentro de las filas laboristas y, en concreto, al discurso incendiario de hace una semana del ex primer ministro Tony Blair criticando al actual líder y la posición del partido respaldando la salida de Europa sin mayor oposición en los Comunes. Los contrarios al jefe de filas laborista le dejaron claro que si no consigue mejorar los resultados es mejor que deje su puesto de cara a las elecciones generales de 2020. Para no pocos observadores, estaba claro que su posicionamiento frente al programa nuclear Trident, industria que da empleo a la mayoría de los habitantes de Copeland, no ayudó a los suyos a ganar votos.
La primera ministra, Theresa May, calificó como «asombrosa» la victoria de los conservadores en esta circunscripción. En su opinión, es una muestra de que su gobierno «está trabajando para todos». A la par, ensalzó el amplio atractivo que en estos momentos despiertan los tories por toda Inglaterra. La histórica victoria fue respaldada con una participación del 51,27%, mucho más alta de la esperada teniendo en cuenta el caos que provocó el temporal que dejó la tormenta Doris a su paso por Reino Unido.
En una visita relámpago a Millom en Copeland, May elogió la victoria de la recién elegida diputada Trudy Harrison, a la que definió como «una candidata tan fantástica que no solo habla de cosas sino que las hace». Los más optimistas en las filas conservadoras no renuncian incluso a que se adelante la fecha de las elecciones generales, con el fin de que la primera ministra sea elegida por las urnas y refuerce su liderazgo para las negociaciones del brexit.