Francia encara ya unas legislativas que esta vez serán como una tercera vuelta

Mariluz Ferreiro PARÍS / ENVIADA ESPECIAL

INTERNACIONAL

ERIC GAILLARD | Reuters

Una encuesta reciente le otorga a ¡En Marcha! entre 249 y 286 diputados en la Asamblea, seguido por Los Republicanos y Unión Democrática Indepeniente

07 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras se decide el duelo final de las presidenciales, los partidos franceses preparan contra reloj las elecciones legislativas, que se celebrarán el 11 y el 18 de junio. Tradicionalmente, solían ser la guinda para el nuevo presidente, que con su triunfo arrastraba también votos para controlar la Asamblea. Pero el escenario hoy es totalmente distinto. La arquitectura institucional gala recorta considerablemente el margen de maniobra de un presidente sin mayoría parlamentaria y se lo concede al primer ministro que logre articularla. Eso convierte a la cita con las urnas de junio casi en una tercera vuelta.

La encuesta realizada por OpinionWay le otorga a ¡En Marcha! entre 249 y 286 diputados en la Asamblea (la mayoría absoluta son 290), seguido por Los Republicanos y Unión Demócrata Independiente, con entre 200 y 210 escaños. La batalla presidencial es personalista, pero es complicado para una formación nueva montar una estructura para luchar en 577 circunscripciones. ¡En Marcha! está abierta a acoger políticos de derecha e izquierda en sus candidaturas siempre que renuncien a su militancia, decisión que puede hacer que las crisis de otras fuerzas se agraven. Por otra parte, el efecto de arrastre de un Macron presidente está en discusión, porque muchos de los que llaman a apoyarlo en las presidenciales para frenar al Frente Nacional invitan también a equilibrar el poder en las legislativas.

El FN tiene solo dos diputados y previsiblemente logrará arañar más escaños en sus feudos, sobre todo en el norte. El citado sondeo le da entre 20 y 25. En los partidos rivales hay quienes calculan entre 50 y 60. Dependerá de si se diluye el auge de la formación tras una derrota y si los más tradicionalistas pasan factura a Le Pen.

Los Republicanos buscan una brújula después del escándalo de François Fillon y de la derrota de Alain Juppé en las primarias. La campaña de la formación estará dirigida por François Baroin, senador próximo a Nicolas Sarkozy. Pero Le Monde ya anticipa una guerra entre la facción moderada, de los afines a Juppé, y la más conservadora, de Sarkozy y Laurent Wauquiez. El periódico habla de «riesgo de implosión» y cuenta que los moderados podrían llegar a formar un grupo propio en la Asamblea.

Los socialistas intentan recomponerse tras un batacazo histórico, pero no restañan la brecha interna personalizada en Manuel Valls y Benoît Hamon. Valls, que no dudó en apoyar a Macron, quiere que los suyos apoyen la hipotética mayoría centrista. Los insumisos, por su parte, están en plena guerra con el Partido Comunista Francés. Habían negociado para presentar candidaturas conjuntas, pero han entrado en una batalla de acusaciones.