Merkel y Macron anuncian una hoja de ruta para una UE fuerte

EFE

INTERNACIONAL

GUIDO BERGMANN | Efe

El francés promete acometer reformas para generar empleo

16 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«El amigo querido. Macron salva Europa, y los alemanes son los que pagan». Así rezaba el sábado un editorial del semanario Der Spiegel, que lleva décadas reflejando mejor que ningún otro medio el sentir en las calles de la locomotora europea. Tan solo una semana después de celebrar el triunfo del líder de !En Marcha! sobre la ultraderechista Marine Le Pen, la plana política alemana le pone pegas al nuevo presidente galo por sus propuestas económicas para la zona euro, además de por sus críticas al superávit comercial germano.

Aun así, en tiempos convulsos por el brexit y la llegada de Trump al poder, lo que más importa a las dos grandes potencias de la Unión Europea es demostrar unidad. Por eso, y respetando la tradición de rendirse la primera visita al extranjero, Emmanuel Macron viajaba ayer a Berlín, apenas un día después de haber asumido el cargo, para reunirse con Angela Merkel. Un cara a cara que se saldó con la voluntad de ambos mandatarios de relanzar la cooperación del eje franco-alemán con la puesta en marcha de una «hoja de ruta conjunta», que sirva para reforzar y modernizar la UE, que atraviesa «un momento crítico», anunció la dama de hierro.

Una idea que empezará tomar forma tras las elecciones legislativas de junio en Francia y que, por el momento, se basa solo en crear un sistema de asilo común y reconfigurar las transacciones comerciales. «Vamos a dar un nuevo impulso a nuestras relaciones con un nuevo proyecto», insistió la canciller, al tiempo que explicó que la modificación de los tratados europeos, tal como pretende Macron, no supone ningún tabú. «Cuando podamos decir por qué, para qué y con qué sentido se debe hacer, Alemania estará lista para cambiarlos», aseguró Merkel, pese a que era algo que su ministro de Finanzas, el conservador Wolfgang Schäuble, había rechazado un día antes.

Un mensaje que fue bien recibido por su contertulio, que apostó por «recomponer la confianza» de la «relación histórica» entre París y Berlín, así como por buscar «más resultados» con «más pragmatismo». «Voy a ser un socio abierto, directo y constructivo» para Alemania, porque «de ello depende el éxito de Europa», afirmó. Pero Macron sabe que la ayuda de la locomotora alemana nunca es gratis, por lo que se comprometió a acometer reformas. «No he olvidado el mensaje que han dado los electores. Tengo ante mí una tarea difícil. Francia es el único gran país de la Unión Europea que no ha logrado acabar con el problema del desempleo», subrayó.

Carpetazo a los eurobonos

Asimismo, el nuevo inquilino del Elíseo quiso tranquilizar a la clase política alemana señalando que no es partidario de la emisión de títulos conjuntos para todos los Estados. «Nunca he pedido eurobonos. No estoy a favor de mutualizar las deudas del pasado porque eso conduce a una política de la irresponsabilidad», sentenció Macron sobre un asunto que levantaba ampollas entre los alemanes. De hecho, una encuesta de Focus revela que el 71 % de ellos se muestran reacios a los eurobonos y el 49 % rechaza crear un Ministerio de Finanzas común para todos los países, otra de las propuestas del nuevo presidente francés.

Por ese motivo, la líder conservadora alemana no dará ningún paso hasta las elecciones generales del 24 de septiembre, con el fin de no comprometer votos. Algo que ya ha causado indignación entre los socialdemócratas, sus socios minoritarios en el Gobierno de la gran coalición, quienes apuestan por rascarse el bolsillo para apoyar a Francia con un plan de inversiones que saque al país de la crisis, y acabar con la estricta «ortodoxia fiscal».

Berlín estudia retirar sus tropas de una base turca

Angela Merkel criticó ayer la decisión de Turquía de prohibir de nuevo una visita de diputados alemanes a las tropas estacionadas en la base turca de Incirlik y anunció que su Gobierno estudia la opción de trasladar a los soldados a otro país, probablemente Jordania. «Es desafortunada», fue el comentario de Merkel sobre la negativa de Ankara. Explicó que está en contacto con el Gobierno turco pero que paralelamente se buscan alternativas a Incirlik.