Hamon se queda sin escaño y Valls lucha por salvar el suyo

alexandra F. coego PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

GEOFFROY VAN DER HASSELT | AFP

El ex primer ministro no contaba con ningún adversario socialista ni de La República en Marcha

13 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Valls anunció ayer que llegó «holgadamente a la cabeza» del escrutinio tras la primera vuelta de las legislativas francesas, con el 25,5% de los votos. El ex primer ministro no contaba con ningún adversario socialista ni de La República en Marcha (LRM), sin duda una pequeña compensación después de que el Partido Socialista lo expulsase y de que Emmanuel Macron se negase a admitirlo en sus filas.

No obstante, pasar a la segunda vuelta no fue fácil. En su circunscripción del Essonne, al sur de París, se enfrentó a otros 20 candidatos. El próximo domingo hará frente a Farida Amrani, del Partido Comunista e investida por la Francia Insumisa, que obtuvo el 17,6%. Pese a su ventaja, su escaño no está ganado teniendo en cuenta que Jean-Luc Mélenchon fue el candidato más votado en la circunscripción en las presidenciales.

Valls evitó la prensa nacional a lo largo de la campaña legislativa después de haberse convertido en uno de los principales puntos de tensión entre los socialistas tras declararse leal a Macron incluso antes de la primera votación. Su decisión le costó el aislamiento y desencadenó las primeras deserciones, que acabaron por perjudicar al candidato socialista Benoît Hamon.

Para el exministro de Educación, la carrera por su escaño terminó el domingo. Hamon sufrió una dolorosa derrota en su circunscripción, cosechando el 22,6% de los votos y quedando por detrás de los candidatos de LRM y Los Republicanos. La «noche de sabor amargo», como la describió, se suma a la hecatombe de las presidenciales, en las que batió el récord de impopularidad de un socialista, con el 6,2%. Por el contrario, Marine Le Pen parece tener asegurado su asiento en la Asamblea Nacional, al llegar 30 puntos por encima de la candidata de LRM. La líder ultra obtuvo el 46% de los votos de Hénin-Beaumont, su bastión norteño, en el que cosechó el 58% del escrutinio en la segunda vuelta de las presidenciales.