Polonia ignora el ultimátum de la UE y liquida la división de poderes

JAVIER CASTRO / L. G. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Bartlomiej Zborowski | EFE

El Parlamento da luz verde a la polémica reforma que permite al Gobierno controlar al Tribunal Supremo

21 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

235 votos a favor, 192 en contra y 23 abstenciones para acabar con la independencia del poder judicial y la división de poderes. Ocurrió ayer en el Parlamento de Polonia, después de que el partido hipernacionalista Ley y Justicia (PiS) desafiase por enésima vez a la Unión Europea con la ley que le permite tomar el control de la justicia.

La reforma prevé la destitución de los actuales miembros del Consejo Nacional del Poder Judicial, elegidos por el propio presidente del organismo, y permitirá al Parlamento nombrar a 15 de sus 25 miembros. De este modo, el PiS, con mayoría absoluta en ambas cámaras, pasaría a dominar al más alto órgano judicial del país, el Tribunal Supremo.

La medida aún debe ser ratificada por el Senado y por el presidente polaco, Andrzej Duda, quien ya amenazó con no aprobarla si no se modificaba antes otra polémica iniciativa aprobada la semana pasada sobre el órgano de gobierno de los jueces.

La oposición, liderada por Plataforma Ciudadana, anunció que pediría a Duda «poner fin a esta locura y mantener a Polonia en la Unión Europea», según afirmó uno de sus portavoces, Borys Budka. La deriva autocrática del Ejecutivo ha conseguido unir al resto de fuerzas políticas, que claman contra las maniobras del partido de los Kaczynski. «Hemos asistido al mayor fraude en la historia del parlamentarismo polaco», aseveró Budka. 

Rechazo a la UE

El desencuentro entre el Gobierno polaco y la Unión Europea viene de lejos. Desde su llegada al Ejecutivo en 2015, el PiS está en el punto de mira por su «amenaza sistémica» al Estado de derecho. Las últimas tres reformas judiciales se unen a la aprobada el año pasado contra el Tribunal Constitucional, que vio mermada su capacidad para verificar las leyes aprobadas por el Parlamento.

La controversia con Varsovia no se limita al ámbito de la justicia. Una ofensiva contra los medios de comunicación públicos hizo saltar las alarmas en Bruselas a finales del año pasado. En algunos casos, como en la prohibición del aborto o tras negar la entrada de periodistas al Parlamento, el PiS dio un paso atrás, pero el partido continúa cumpliendo con su programa de máximos.

Hungría, otro estado problemático para la UE, se solidarizó ayer con Polonia: «Estamos con Polonia y hacemos un llamamiento a la Comisión Europea para que no sobrepase su autoridad», afirmó el ministerio de Exteriores en un comunicado.

El presidente del Consejo Europeo, el también polaco Donald Tusk, expresó su desacuerdo con el PiS. «Nuestra tarea común debe ser evitar el peor escenario que podría suponer la marginalidad de Polonia en Europa», sentenció tras aprobarse la ley.