Fraude en la Constituyente venezolana

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

UESLEI MARCELINO | REUTERS

La empresa encargada del escrutinio asegura que el Gobierno manipuló un millón de votos

03 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Según Smartmatic, la empresa venezolana que desde el 2004 ha realizado el escrutinio electrónico en las elecciones venezolanas, en las controvertidas elecciones a la Asamblea Constituyente «hubo manipulación del dato de participación», lo que ha elevado aún más, si cabe, la crisis política en el país sudamericano.

Antonio Mugica, consejero delegado de la firma, asegura que «la diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es de al menos 1 millón de electores», poniendo en duda los 8,07 millones de votantes que anunció Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, y que lucían improbables en virtud de la soledad que acompañó el proceso constituyente, en el que, según sondeos previos, solo pretendían participar el 12 % de los venezolanos.

Las oficinas de Smartmatic en Caracas amanecieron vacías el miércoles y al menos 20 gerentes de la firma abandonaron el país desde el domingo por temor a represalias del Gobierno, indicó Mugica. Lucena anunció que daría respuesta a las denuncias del representante empresarial, pero nunca fueron ofrecidas.

Las únicas reacciones oficiales fueron las de Jesse Chacón, embajador en Austria (que acudió a Venezuela a la elección), señalando que Smartmatic «se vengaba por la terminación de su contrato», algo que no había sido anunciado previamente; y la de Nicolás Maduro, que suspendió la toma de posesión de los nuevos miembros de la Constituyente que pretendía llevar a cabo ayer y que finalmente tendrá lugar hoy, conforme al calendario inicialmente previsto. 

Cuatro millones sin control

Mientras, un reporte de Reuters en Caracas, en base a información obtenida del CNE y del Centro Carter, que supervisa elecciones en América Latina, señalaba que al cierre de la jornada, a las cinco de la tarde (que fue extendido en dos horas) habían votado 3,7 millones de personas, lo cual, hacía imposible estadísticamente que a las siete de la noche hubieran votado 4,3 millones de personas más.

Eso sin contar, destaca la agencia, la ausencia total de mecanismos de control que permitían el voto múltiple de una persona en particular y la coacción a empleados públicos que llevó a registrar un 25 % de sufragios nulos, cifra sin precedentes en el país, según señalaron a medios locales fuentes no autorizadas del Consejo Electoral. «Las elecciones del 30J no tuvieron los controles necesarios», indicó el único rector aliado con la oposición del CNE, Luis Rondón. «Se confirma el mayor fraude de la historia de Latinoamérica, tanto en porcentaje como en millones de votantes», señaló el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, que promueve la aplicación de la Carta Democrática de la OEA al Gobierno de Maduro.

La Asamblea Nacional, por su parte, solicitó a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, que inicie un proceso por fraude contra Maduro y las rectoras del Consejo Electoral en una sesión en la que participaron tres disidentes del chavismo y por los encargados de negocios de las embajadas de Argentina y Canadá.

Ante la inminente toma del palacio legislativo por los miembros de la Asamblea Constituyente, los diputados están realizando su trabajo con el acompañamiento de funcionarios del cuerpo diplomático y no abandonan la sede del Parlamento por temor a la ocupación chavista.

El país se prepara para la subida de la inflación y el hambre

En medio de la crisis política, hay un dato que ha comenzado a alarmar a los economistas, por más que lo hubieran previsto: El dólar no controlado en Venezuela -que rige la gran mayoría de las importaciones, cada vez más escasas, de alimentos- ha dado un salto del 25 % en tres días. El viernes cotizaba a unos 10.000 en relación con la divisa estadounidense; ayer, ya cotizaba sobre los 13.000 (el euro, en 16.000). 

«Diez mil» y «trece mil» que son en realidad 13 millones, pues Hugo Chávez, en el 2008, le quitó tres ceros a la moneda nacional y la rebautizó como bolívar fuerte, un término que hoy ya no se usa: cuando recibió el poder en 1999, la moneda, expresada en estos términos, tenía un valor de 0,6 bolívares por cada dólar (600 bolívares antiguos).

La consecuencia de la brutal devaluación, impulsada por la emisión masiva de bolívares para tapar un déficit fiscal incalculable, y la destrucción del aparato productivo hacen que la inflación para este año, según el FMI, vaya a superar el 1.000%. Un kilo de arroz importado (en 1999 se exportaba este cereal) está en 14.500 bolívares. Con un salario mínimo mensual de unos 25 euros se pueden adquirir solo 14 kilos de arroz o los alimentos necesarios para tres días, lo que ha llevado al país a una «crisis de inseguridad alimentaria severa con una expresión de emergencia nutricional», señala la experta de Cáritas Susana Raffalli. El país ha pasado de producir el 70 % de lo que consumía hace 18 años a menos del 30 %, según la patronal agrícola.

Manuel Oliveira no necesita que le hablen expertos. Reside en Candelaria, Caracas, y cada día, a su negocio, una pequeña pastelería y supermercado, entran decenas de personas pidiendo algo de comer. «Si les doy a todos, me arruino», indica. Algunos clientes ayudan, como ayudaron a Magaly, una joven de 23 años con dos hijos, uno de siete y otro de dos. Le compraron un pastel para los tres, «pero la inflación nos come a todos», indica.

Las escenas de gente comiendo en la basura son cada vez más frecuentes. Y Oliveira señala que «los precios suben todas las semanas». Harina de trigo brasileña, pasta de Turquía, arroz de Guyana. Productos que, según se señala, importan militares, mientras la industria alimentaria nacional languidece por falta de divisas. «El hambre que viene», indica el comerciante, «será espantosa».

Rajoy propone vetar la entrada de Maduro y sus fieles y la UE ignorará a la nueva asamblea

Mariano Rajoy, comunicó a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, su propuesta de suprimir la autorización para viajar a España y retirar los visados a las personas relacionadas con el régimen venezolano, «a partir de ahí seguiremos tomando medidas», según informa Bea Costas.

«Venezuela nos preocupa a todos como demócratas. El domingo di instrucciones de que España no iba a reconocer de ninguna de las maneras la Constituyente por ilegal, antidemocrática y chapucera. El mundo está con los venezolanos, España por supuesto, y no les vamos a dejar solos. El siglo XXI no está para que haya gente que vuelva a tiranías de épocas pasadas».

Además, Exteriores recomendó ayer a los ciudadanos españoles no viajar a Venezuela si no es estrictamente necesario -como hizo Estados Unidos la semana pasada-, aunque Iberia anunció la reposición de sus vuelos regulares con Caracas a partir de hoy.

La Unión Europea, por su parte, está organizando un boicot de la ceremonia que se efectuará hoy en Venezuela con motivo de la primera sesión de la Asamblea Constituyente. El servicio exterior del bloque comunitario pidió a los 28 países miembros que confirmen que no van a enviar diplomáticos por la posición de la UE de no reconocer a la Asamblea Constituyente.

«La Unión Europea y sus Estados miembros no pueden reconocer la Asamblea Constituyente, ya que tienen dudas sobre su representatividad y legitimidad y llaman al presidente Nicolás Maduro a adoptar medidas urgentes para rectificar el curso de los acontecimientos», añadió la diplomática.

Mogherini también destacó la necesidad de otras medidas, «como la liberación de todos los oponentes políticos encarcelados» e indicó que los países de la UE están debatiendo además sobre posibles sanciones contra el Gobierno de Maduro. «Estamos listos para acometer nuevas medidas», dijo. Sobre todo el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, exige la aplicación de sanciones como congelar el patrimonio de los miembros del Gobierno venezolano que se encuentren en la Unión Europea y prohibir su entrada a los países del bloque.