El fiscal acusa al zar del petróleo con Hugo Chávez de haber perdido 4.800 millones

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Cristian Hernández | Efe

El exministro de Energía y expresidente de la petrolera estatal fue acusado de «modificar precios para beneficiar a empresas extranjeras cobrando comisiones en dólares»

30 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras haber sido el zar del petróleo venezolano con el fallecido Hugo Chávez y caer en desgracia con su sucesor, Nicolás Maduro, Rafael Ramírez, exministro de Energía y expresidente de la petrolera estatal PDVSA, fue acusado este viernes por el fiscal general designado por la Asamblea Constituyente, Tarek William Saab, de ser «cómplice» de un esquema que vendía hidrocarburos por debajo de su precio y que significó para el Estado una pérdida de 4.800 millones de dólares. Ramírez y su primo Diego Salazar, quien se encuentra detenido en Venezuela, están implicados en el caso de la Banca Privada D’Andorra, en el cual, se estima, blanquearon aproximadamente 3.000 millones de euros. El caso, que derivó en la intervención del Banco Madrid, fue investigado por la oficina de investigación de activos financieros (Fincen) de EE.UU..

Ramírez, hasta hace menos de un mes embajador de Venezuela en la ONU, fue acusado por Saab de «modificar precios [del petróleo] para beneficiar a empresas extranjeras cobrando comisiones en dólares». Lo acusa también de comprar un buque petrolero para PDVSA por 1.000 millones de euros que terminó siendo chatarra.

Pendejadas

Luego de su destitución, Ramírez, quien se presume está en Ecuador, ha denostado al Gobierno de Maduro y señalado que «si van contra mí, sería una de las peores maniobras políticas para destruir una figura relevante del Gobierno de Chávez». «Déjese de hablar pendejadas en las redes y venga a Venezuela a dar la cara», lo retó Saab, quien, a su vez, heredó el cargo de fiscal de manera irregular, luego de la destitución de Luisa Ortega Díaz, quien está en el exilio por, entre otras cosas, señalar que Maduro era el «cobrador» de las contribuciones ilegales de la brasileña Odebrecht a Chávez.

El chavismo ha acusado al expresidente de Pdvsa de pretender competir como candidato presidencial y se afirma que su destitución y la acusación contra él y sus colaboradores, incluyendo a su primo, obedece a una pugna de poder dentro del chavismo.