Oxfam revela que tres empleados amenazaron a varios testigos de los acosos sexuales de Haití
INTERNACIONAL
El exdirector de la organización en el país, Roland van Hauwermeiren, reconoció que mantuvo «relaciones íntimas con una mujer que no era prostituta», una joven que entonces tenía 16 años
20 feb 2018 . Actualizado a las 07:13 h.Oxfam abrió este lunes la caja de los truenos a la ciudadanía e hizo público el informe completo de la investigación que se llevó a cabo en el 2011 después de recibir un correo electrónico en el que se alertaba de posibles casos de «explotación sexual, uso de prostitutas en las viviendas de Oxfam, acoso personal, fraude negligencia y nepotismo» en Haití tras el terremoto del año anterior. En un intento de revertir su perjudicada imagen y apelando a la transparencia de la entidad, Oxfam incluso reveló este lunes que «tres de los investigados amenazaron en intimidaron físicamente a uno de los testigos mencionados en la investigación». Los cooperantes fueron despedidos por «acoso e intimidación personal» y por haber utilizado material informático de Oxfam para acceder a «contenidos pornográficos e ilegales».
Esta información, que cita textualmente el documento, no es el único dato llamativo. Más allá del goteo de información que se ha ido conociendo desde la semana pasada, según se extrae del informe, el exdirector de Oxfam en Haití, Roland van Hauwermeiren, reconoció haber pagado a prostitutas en locales de la organización. Una afirmación que negó en rotundo cuando saltó a la luz pública el escándalo, asegurando que él había dimitido de su cargo por tener conocimiento de que varios cooperantes habían cometido abusos sexuales y no haberlo denunciado.
El testimonio
No obstante, Van Hauwermeiren sí reconoció la semana pasada que durante su estancia en Haití mantuvo «relaciones íntimas con una mujer que no era prostituta». Esta mujer, Mikelange Gabou, que entonces tenía 16 años -y Van Hauwermeiren 61-, le contó a The Times que Hauwermeiren le daba dinero y pañales para cuidar a su bebé «y a veces invitaba a chicas que buscaban trabajo a su casa y les daba dinero. Era su distracción».