
Las encuestas mantienen al expresidente como gran favorito para dirigir Brasil
16 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Una encuesta divulgada ayer dejó claro que Brasil todavía quiere a Luiz Inácio Lula da Silva, en prisión desde hace nueve días. El sondeo confirma el liderazgo del exmandatario frente a sus adversarios en la carrera por la presidencia del país. Pese a que todo parece indicar que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) no podrá presentarse, su hipotética candidatura se impone al resto de las opciones en las encuestas, tanto en primera como en segunda vuelta. El sondeo de Datafolha revela, además, que si Lula finalmente no puede presentarse no solo crecerían los votos en blanco, sino que el exmandatario conservaría un gran poder para movilizar al electorado. Un 30 % de los consultados aseguran que votarían al candidato elegido por Lula, y otro 16 % confiesan que «tal vez» lo harían.
Pese a esta corriente a favor del expresidente, algunos analistas insisten en que Lula pierde apoyos a medida que avanza el proceso judicial que lo ha llevado a la cárcel. De hecho, recuerdan que su apoyo en el mes de enero alcanzaba el 37 % y ahora apenas supera el 30 %. Lo que no cambia en las encuestas es el nombre de su principal rival, el derechista Jair Bolsonaro, que cuenta con un apoyo del 15 %. Llama también la atención que un 62 % de los brasileños crean que Lula no se podrá presentar a las elecciones y aun así lo prefieren al resto de los candidatos. En un escenario de elecciones a dos vueltas, el expresidente alcanza en los sondeos el 49 % de la intención de voto, un porcentaje similar al que cosechaba antes de ingresar en prisión.
Detenido en Curitiba, Paraná, Lula solo puede recibir visitas los miércoles. Cuentan sus abogados que pasa el tiempo leyendo (entre sus lecturas habituales figura La élite del atraso, del sociólogo Jesse de Souza), que apenas habla con los agentes que lo custodian y que cuando lo hace siempre es de fútbol.
El PT, que recibió con mucho agrado el resultado de la encuesta, considera que su líder es un preso político y mantiene viva la demanda por su libertad mediante distintas campañas y giras por el exterior de destacados dirigentes. Esta semana, por ejemplo, se espera la llegada a Curitiba del expresidente uruguayo José Mujica. También se prevé la visita del premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel, que encabeza una campaña de recolección de firmas para que el brasileño sea propuesto para el mismo galardón.
Pero el apoyo más contundente es el ciudadano. Miles de personas se congregan desde hace días en Curitiba, donde improvisaron un campamento a unos cien metros de la superintendencia. Cada mañana, los simpatizantes gritan a coro «Bom día, Lula». El recinto recibe la visita a diario de artistas, políticos, líderes indígenas, sindicalistas y religiosos. También se puso en marcha la Central de Cartas Lula Libre, una iniciativa para que los simpatizantes le envíen fotos y le escriban contándole, en algunos casos, sus historias de superación y alentándole a resistir.