El izquierdista López Obrador cierra la campaña en su Tabasco natal, donde el 75 % de los electores le votarán
28 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Tablitas es una pequeña tasca de Villahermosa, la capital del estado mexicano de Tabasco. El calor es asfixiante a las 11 de la mañana. El dueño reparte sándwiches a sus comensales sin apartar la mirada de la televisión que hay junto a la barra. México está a punto de ser eliminada del mundial. De repente, gol. Corea le marca a Alemania y clasifica a la tri. Euforia. Risas nerviosas. «¡Y ahora, a ver al Peje!», exclama uno de los clientes.
El candidato presidencial Andrés López Obrador, el Peje para unos, AMLO para otros, es un ídolo al nivel de los magos del balón para muchos tabasqueños. Allí, en su tierra natal, el favorito para ganar las elecciones de México será votado por un 75 % de los electores, según los sondeos.
Ayer cerraba campaña en Vallehermoso, y esa devoción podía palparse en el ambiente. Era casi imposible transitar entre sus seguidores en el mitin. Los cuerpos se pegaban con el calor. A pocos le importaba. El Peje salió entre aplausos. «Ya empiezan los festejos del triunfo de la transformación de nuestro país. No les voy a fallar», dijo AMLO entre vítores a quienes ha prometido profundas medidas sociales. «Nos va a alcanzar el presupuesto porque se va a terminar la robadera. Ya no van a estar en el Gobierno los que se han dedicado a saquear México», señaló.
El izquierdista lidera todas las encuestas -en algunas tiene más del 50 % de los votos- a entre 20 y 25 puntos de distancia de su principal contrincante, el panista Ricardo Anaya. Los detractores del político tabasqueño tildan su programa de populista y creen que dañará la economía. Varios grandes empresarios han expresado públicamente sus reservas a un Gobierno de López Obrador. Temen políticas similares a las de Venezuela. «Van a bajar los sueldos de los de arriba porque van a subir los sueldos de los de abajo», decía ayer.
«Ya estamos hartos del PRI. Son 86 años y solo han robado. Son unos mafiosos», exclamaba uno de sus seguidores, el universitario Jorge Gala, presente en el mítin de AMLO, criticando al partido más popular del último siglo en México. «El Peje nos va a dar becas a los jóvenes para que podamos estudiar. Ahora no te dan nada. Más que una patada donde ya sabe dónde», añadía el joven con cara de niño.
Inseguridad
La administrativa Lucely Ochoa, por su parte, votará a AMLO para intentar cambiar la inseguridad que azota el país. México batió su récord histórico de homicidios en el pasado año.
«Cuando los policías tengan mejores salarios, van a hacer un mejor trabajo. Y si mejoran los sueldos, bajará la violencia. Muchos de los delincuentes no tienen ni un pan para llevarse a la boca», explicaba ayer. Los detractores de López Obrador han criticado, en cambio, que no tiene un plan real contra la violencia.
«Otros presidentes nos han venido a quitar la riqueza de Tabasco, que es el petróleo. Han privatizado el agua. Tengo 66 años y le conozco desde que estaba aquí. Será bueno para el país», dice el comerciante Andrés García, que critica que gobiernos anteriores le subieron los impuestos. En Tabasco parece que el Peje lo tiene hecho para ser el más votado.