Sonriendo con un chaleco bomba

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INTERNACIONAL

AFP

Salen a la luz las imágenes de los terroristas que atentaron en Barcelona y Cambrils mientras preparaban los explosivos

06 ago 2018 . Actualizado a las 21:34 h.

Uno sonríe mientras viste un chaleco bomba, otros están sentados fabricando explosivos: fotos de yihadistas preparándose para atacar en Cataluña en el 2017 han sido divulgadas esta tarde por las ediciones online de la prensa española.

En las imágenes se observa a varios de los miembros del grupo mientras rellenan cilindros con lo que parece ser explosivo, para luego adherirlos a chalecos. En otra, uno de ellos posa bajo la Torre Eiffel. Una de las fotos muestra, con una sonrisa en el rostro y con un chaleco bomba sobre su cuerpo, a Younes Abouyaaqoub, conductor de la camioneta que el 17 de agosto atropelló a una multitud en las Ramblas de Barcelona.

Según el diario La Razón, uno de los primeros medios en divulgar la información, estas imágenes estaban en una cámara que contenía fotos y videos, recuperada por los investigadores de los escombros de una vivienda en Alcanar, a 200 km al suroeste de Barcelona, donde el grupo confeccionaba explosivos. En esa vivienda ocurrió una deflagración el 16 de agosto, que mató a dos de los yihadistas y dejó sin explosivos a la célula, que improvisó otro plan.

Así, un día más tarde una furgoneta conducida por Abouyaaqoub fue arrollando personas por las Ramblas de Barcelona, y horas más tarde, los yihadistas provocaron un nuevo atropello masivo en Cambrils, otra localidad costera catalana. En total, murieron 16 personas y 120 resultaron heridas. Los atentados fueron reivindicados por el Estado Islámico.

La Razón también divulgó transcripciones de audios de diálogos entre los yihadistas, en los que bromean y se jactan de las víctimas que van a causar. «Alá nos ha elegido entre millones de hombres para haceros llorar sangre», dice uno de ellos, identificado como Omar Hichamy. «Esto es una granada de mano improvisada, pero que hace su trabajo. [...] Todo lo que tenemos lo he traído de mí puesto de trabajo [...], es decir, que con vuestro dinero (refiriéndose a su sueldo), nos preparamos para mataros», dice en otro momento.

Ocho miembros de la célula murieron, seis abatidos por la policía y dos -incluido el imán marroquí Abdelbaki Es Satty, considerado el líder- en la explosión en Alcanar. Otros dos están en prisión provisional esperando ser juzgados en Madrid y dos sospechosos más se encuentran en libertad vigilada.