Iván Duque inicia su mandato con un Gobierno paritario

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

EFE | Nicolás Galeano

El colombiano se da 30 días para evaluar el pacto con las FARC

09 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Iván Duque, el presidente más joven de Colombia en los últimos setenta años, afrontará su primer mandato con varios gestos que rompen de forma decidida con el pasado y con su antecesor, Juan Manuel Santos.

El primero de esos gestos de una nueva etapa tiene que ver con la formación del Gobierno. El nuevo presidente estará acompañado por un gabinete paritario, por primera vez en la historia del país. Habrá el mismo número de hombres y mujeres, algo poco habitual en la política, pero que Iván Duque lanzó como un ejemplo de la apuesta de sus políticas para recomponer la fractura social en el país.

Los retos que aguardan a Duque -que compareció tras su toma de posesión acompañado por Marta Lucía Ramírez, la exministra de Defensa del segundo Ejecutivo de Uribe, que se convierte en la primera mujer en ejercer la vicepresidencia- pasan por buscar la reconciliación de los colombianos. En este contexto, subrayó en su discurso que «quiero gobernar a Colombia con valores y principios inquebrantables, superando las divisiones de izquierda y derecha, superando con el diálogo popular los sentimientos hirsutos que invitan a la fractura social; quiero gobernar a Colombia con el espíritu de construir, nunca destruir».

También deberá encargarse de llevar a la práctica el proceso de paz suscrito con las FARC, que Santos prometió pero no ha logrado cumplir. Y Duque ha anticipado su propósito de reformar algunos de los puntos ya pactados con los antiguos guerrilleros. Sobre este asunto, el mandatario confirmó que corregirá las «fallas estructurales» que se han hecho «evidentes» para garantizar a las víctimas la «verdad, justicia proporcional, reparación y no repetición».

Además, el nuevo mandatario deberá decidir qué hacer con la mesa de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), cuyos negociadores esperan en La Habana a conocer si puede haber un camino acordado o si su futuro se reduce a regresar a las selvas. En este sentido, anunció que durante los primeros 30 días de su Gobierno llevará a cabo «una evaluación responsable, prudente y completa» para tomar una decisión. En cualquier caso, advirtió a este grupo guerrillero que «un proceso creíble debe cimentarse en el cese total de acciones criminales, con estricta supervisión internacional, y tiempos definidos».

De momento, ayer tenía previsto presentar un proyecto de ley para que el secuestro y el narcotráfico nunca puedan recibir amnistía en futuros procesos de paz en Colombia, señaló la ministra de Justicia, Gloria María Borrero.

«Es una reforma legal» que busca que «el narcotráfico y el secuestro no sean considerados delitos conexos con los delitos políticos», como rebelión, asonada o sedición, explicó Borrero.