El conflicto bélico en Yemen se ceba con los niños

M. A. JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

STRINGER | AFP

La coalición de Arabia Saudí mata a 30 menores al atacar un autobús escolar

10 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Yemen fue escenario ayer de una nueva matanza. Cambian las ciudades, pero las víctimas de esta guerra que ya ha costado la vida a más de 10.000 personas son las mismas: los civiles. En esta ocasión, los milicianos hutíes acusaron a los aviones de la coalición que lidera Arabia Saudí, y que cuenta con el respaldo de Estados Unidos, de atacar a un autobús escolar justo en el momento en que circulaba por el mercado de Dahyan, ciudad de la provincia de Sada, bastión rebelde al norte del país. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) aseguró que hasta el centro médico donde operan fueron trasladados los cuerpos sin vida de 29 niños, «todos ellos de menos de 15 años», y 48 personas heridas, «entre ellas 30 niños». Al final de la jornada, el CICR cifró en 50 el número total de muertos.

Riad admitió la autoría de los ataques pero argumentó que el objetivo fueron los equipos utilizados por los rebeldes para lanzar un misil contra territorio saudí y acusó a los hutíes de «emplear a niños como escudos humanos». Un proyectil lanzado por los rebeldes yemeníes impactó horas antes de esta incursión en Jizan, suroeste del país, y mató al menos a una persona e hirió a más de diez. En medio del cruce de acusaciones, llegaron las imágenes terribles en los hospitales de Sada donde los servicios médicos yemeníes atendían a decenas de niños heridos que llegaban ensangrentados y con las mochilas a la espalda.

Este conflicto transcurre en un segundo plano informativo y solo trasciende cuando se producen matanzas de este tipo. En cada caso, Riad asegura que abrirá una investigación, pero todo queda pronto en el olvido. El punto más caliente del país es Al Hudeida, la puerta de entrada de la ayuda humanitaria a un país en el que 8,4 millones de personas están «a un paso» de la hambruna.

Los saudíes y sus aliados consideran a Al Hudeida como el lugar por el que los hutíes consiguen armas y municiones procedentes de Irán. Las fuerzas lideradas por Riad tratan de dar un giro a una guerra en la que no son capaces de imponerse a pesar de su arsenal de última generación, que no para de crecer gracias a las compras millonarias en EE.UU. y Europa. Un arsenal que ha provocado repetidas matanzas de civiles en bodas, mercados o autobuses escolares.