Un informe actualiza la cantidad de víctimas y el Gobernador de Puerto Rico reconoce que cometió errores
29 ago 2018 . Actualizado a las 18:31 h.Tras casi un año del paso del huracán María en Puerto Rico, un nuevo estudio encomendado por el gobierno revela que la cifra de muertos, fijada en principio por las autoridades en 64, es en realidad casi 50 veces mayor.
Según los datos del Instituto de Salud Pública Milken de la universidad George Washington, al menos 2.975 personas murieron entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 como consecuencia de la tormenta de categoría 4.




























El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, reconoció que cometió errores en el manejo de datos sobre los fallecidos, tras la difusión de los resultados del estudio. En una conferencia de prensa Rosselló dijo que asume la responsabilidad y trasladó su «solidaridad» a los familiares y amigos de las víctimas.
Añadió que ha decidido establecer la cifra oficial en 2.975 a sabiendas de que no tiene el nombre y apellidos de las víctimas y que se trata «de un estimado», además de considerar que se tardarán meses y años en tenerlos.
En el estudio, los investigadores hallaron «brechas en los procesos de certificación de muerte y de comunicación pública». Para llegar a esta nueva cifra, el equipo analizó certificados de muertes y otros datos disponibles entre septiembre de 2017 y febrero de 2018. «Usando un sofisticado modelo matemático, el equipo comparó el número total de muertes en ese periodo con los fallecimientos esperados en ese periodo de tiempo según datos históricos», explica Carlos Santos-Burgoa, investigador principal del instituto Milken.
El estudio, hecho en colaboración con la Universidad de Puerto Rico, señala que el riesgo de morir en los meses posteriores al huracán «era 60% mayor para que las personas que vivían en los municipios más pobres».
En los últimos meses varios estudios académicos, entre ellos uno de la Universidad de Harvard de mayo y que situó el saldo mortal en 4.645 fallecidos, han ido apuntando que la cifra ofrecida en primera instancia por las autoridades de la isla caribeña, de 64 muertos, no cuadraba con la magnitud de la tragedia.
El gobernador anunció una orden ejecutiva por la que ordena crear la Comisión 9/20 que recogerá recomendaciones a partir del informe para que la isla esté mejor preparada de cara a futuros huracanes y establecerá medidas de contingencia antes futuros ciclones.
La respuesta de EE.UU. tras la tormenta
Los efectos de esta devastadora tormenta, aún se pueden ver con residentes que sufren apagones, infraestructura dañada y falta de servicios. El huracán, clasificado como el tercer ciclón económicamente más costoso en la historia del país, causó el mayor apagón en la historia de Estados Unidos, según la consultora de investigación Rhodium Group.
Tras casi tres semanas del desastre, el presidente Donald Trump había viajado a la isla y su visita causó gran polémica. La llegada de Trump es principalmente recordada por el momento en que comenzó a tirar rollos de papel de cocina a los afectados y el discurso en el que dijo que Puerto Rico había «desfasado un poco más» el presupuesto de EE.UU.
Trump también dijo a las autoridades locales que deberían estar «orgullosos» de que el número de muertos -en ese momento era de 16- no era tan alto como los de «una verdadera catástrofe» como la ocasionada por el Katrina en Nueva Orleans, que dejó 1.833 muertos.