La mujer que acusa al juez nominado por Trump para el Supremo: «Pensé que Brett me iba a matar accidentalmente»

La Voz

INTERNACIONAL

JOSHUA ROBERTS | Reuters

La presunta víctima de Kavanaugh asegura estar aterrada pero ha decidido testificar porque considera que es su «deber cívico»

27 sep 2018 . Actualizado a las 17:52 h.

Nunca una audiencia ante el comité judicial del Senado había generado tanta expectación en Estados Unidos. Brett Kavanaugh se juega mucho. Pero no es el único. Donald Trump también tiene mucho que perder. Kavanaugh, juez nominado por el presidente estadounidense para la Corte Suprema, tendrá que enfrentarse a su pasado cuestionado por la acusación de agresión sexual. Al otro lado se sentará Christine Blasey Ford, presunta víctima de Kavanaugh cuando eran asolescentes. 

Blasey ha iniciado la audiencia mostrando sus temores por contar su experiencia, pero, según recoge EFE, ha asegurado que finalmente ha decidido testificar porque considera que es su «deber cívico». «Estoy aquí hoy no porque quiera estar. Estoy aterrada. Estoy aquí porque creo que es mi deber cívico decirles lo que me sucedió mientras Brett Kavanaugh y yo estábamos en la escuela secundaria». «Creía que me iba a violar. Grité. Cuando lo hice, Brett me tapó la boca con la mano. Era difícil respirar. Y pensé que Brett me iba a matar accidentalmente», dijo ante los senadores, con la voz quebrada y visiblemente afectada. 

La presunta víctima confesó ante la audiencia haber «agonizado» durante meses desde que se enteró que el nombre de Kavanaugh era el principal que se barajaba para ocupar un asiento en el Tribunal Supremo. Pero no se amilanó. Y durante varias semanas intentó reunir el valor para hacer finalmente pública su historia. 

Ford describió el episodio que sufrió hace más de treinta años y, aunque confesó no recordar todos los detalles, insistió en que desde entonces, y a causa de todo lo vivido aquel día, ha sufrido «ansiedad, fobia y síntomas similares al estrés postraumático» como claustrofobia o pánico. Preguntada sobre cuál es el recuerdo más fuerte que tiene sobre todo lo ocurrido, Ford sentenció: «Sin duda, la ruidosa risa entre ambos, pasándolo bien a mi costa. Se reían entre ellos».

Acerca de la posibilidad de que pudiera confundir la identidad del atacante, Ford negó «absolutamente» cualquier atisbo de duda, y apuntó al nominado al Supremo como uno de los dos hombres que la atacaron, la encerraron en un cuarto y trataron de quitarle la ropa. «Cien por cien», subrayó.

El jefe del Comité Juducial del Senado, el republicano Chuck Grassley, quiso abrir la sesión recordando que el papel de Kavanaugh y Blasey no era sencillo: «Ambos, la doctora Ford y el juez Kavanaugh, han pasado un par de semanas terribles». «Ellos y sus familias han recibido amenazas vitales. Lo que han sufrido debe ser considerado por todos nosotros como inaceptable. Quiero pedirles perdón por cómo han sido tratados».

Los testimonios preparados apuntaban a que Ford, una de las tres mujeres que han acusado públicamente al juez, ofrecería a los senadores detalles del supuesto abuso ocurrido una noche del verano de 1982, cuando ambos eran adolescentes e iban al instituto, y que «alteró drásticamente» su vida.

La versión de Kavanaugh, por su parte, se sostenía en el reconocimiento de que «a veces» bebía «demasiadas» cervezas cuando era estudiante. Pero negará rotundamente haber cometido abusos sexuales.

La audiencia se produce mientras aumenta la presión para que se posponga el voto de confirmación ante las nuevas denuncias que han aparecido.

Trump ha ofrecido su respaldo a Kavanaugh pese a las alegaciones de las mujeres, y ha asegurado que se trata de un embuste organizado por la oposición demócrata para frenar la confirmación de su nominado al Supremo.