Algunos países quieren ir más lejos en pesca y transporte

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Los términos finales para el Brexit no convencen a todos

17 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dudas, disconformidad y prisas, muchas prisas. El ambiente en las capitales europeas se ha vuelto tenso los últimos dos días. Sus expertos deben leer en tiempo récord las 585 páginas del acuerdo con el que Bruselas y Londres sellaron el brexit. Y tendrán que hacerlo antes del domingo, cuando los 27 embajadores ante la UE se reunirán para bucear en el texto legal del divorcio. Será una oportunidad de oro para que algunos países manifiesten algunas de sus reservas en torno a asuntos como la pesca y el transporte. Los términos finales no convencen a todos. «Ha habido comentarios de algunas delegaciones. Les gustaría ir más lejos, en pesca, por ejemplo», aseguran fuentes comunitarias.

En el Consejo el anuncio del acuerdo tampoco ha rebajado la tensión. Diplomáticos y expertos son conscientes de que la situación es extremadamente frágil, tanto en Londres como en Bruselas. Puede que la primera ministra, Theresa May, logre sacar adelante el texto a pesar de las zancadillas de sus ministros y miembros de su partido. Pero, ¿habrá objeciones por parte de algún gobierno? El presidente del Consejo, Donald Tusk, puso sobre aviso a las capitales. No quiere que ninguna petición de última hora eche por tierra el acuerdo. «No espero demasiados comentarios», deslizó esta semana.

El margen para renegociarlo es muy estrecho. Será difícil poder cambiar en sustancia el acuerdo. Algunos países se han quejado de la falta de transparencia en esta última recta de negociación, bautizada como «el túnel». «Lo que no puede ser es que el texto lo haya visto todo el mundo en Londres, hasta el último ministro y los gobiernos de la UE, no», lamenta un alto cargo diplomático antes de advertir de que «todavía hay preguntas sobre la igualdad de condiciones o la gobernanza. No creo que se pueda abrir mucho. Pero si no nos gusta, por supuesto que podemos hacer propuestas de cambio».

Los 27 ministros deberán revisar el lunes el compromiso de sus embajadores y dar el visto bueno al texto. El jueves será el turno de los serpas, los altos funcionarios encargados limar la letra y organizar los preparativos para que los líderes europeos puedan firmar el acuerdo en la cumbre del 25 de noviembre en Bruselas. De forma paralela, las delegaciones nacionales en Bruselas también están agilizando el trabajo para dejar lista la declaración política que acompaña al acuerdo. Se trata de un texto, sin validez legal, en el que la UE y el Reino Unido se comprometen a cooperar en ámbitos que han quedo excluidos del acuerdo de salida y que deberán formar parte de la relación futura que empezarán a negociar Londres y Bruselas en cuanto pongan su rúbrica final a los documentos.