Otra semana más de incertidumbre en el tumultuoso divorcio

Cristina Porteiro
C. PORTEIRO BRUSELAS / CORRESP.

INTERNACIONAL

ANDY RAIN | EFE

Al otro lado del Canal de la Mancha crecen las voces contrarias a poco más de tres meses de decir adiós y a las puertas de la que será la semana más volátil y decisiva del brexit

10 dic 2018 . Actualizado a las 07:50 h.

El reto más difícil está aun por delante», auguraba el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, horas después de que los Veintisiete dieran su luz verde al acuerdo del brexit. El texto está cerrado, con candado según la UE, y a la espera de que Westminster lo refrende. Pero al otro lado del Canal de la Mancha crecen las voces contrarias a poco más de tres meses de decir adiós y a las puertas de la que será la semana más volátil y decisiva del brexit.

¿Puede el Reino Unido revocar de forma unilateral el acuerdo?

Eso mismo es lo que dirime hoy el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). Su abogado general, Sánchez-Bordona, se pronunció la semana pasada y apoyó esa posibilidad. Según el español, se trata de una decisión soberana que la UE no debería entorpecer. Los británicos tienen derecho a arrepentirse si consideran que los términos de salida no son satisfactorios. En el 80 % de los casos, la opinión del letrado coincide con la del Tribunal, que ha tramitado el caso con una velocidad inusitada, a tiempo de influir en la votación crucial en el Parlamento de Westminster.

¿Tienen los británicos margen para renegociar el divorcio?

«Este acuerdo es el mejor y el único posible», le advirtieron a May los líderes europeos. La posibilidad de reabrir el texto legal del acuerdo es casi inexistente, con más razón si los británicos acuden a la cumbre europea habiendo pospuesto la votación del texto. Si se celebra finalmente la votación parlamentaria, Bruselas podría mostrar manga ancha en función de la magnitud de la derrota. Si May se queda a escasos votos de aprobar el brexit, podrían ofrecer cambios cosméticos en la declaración política sobre la relación futura (sin valor jurídico) para que los diputados reacios consientan en la segunda votación. Esos cambio, no obstante, entrañan riesgos. Si se reabre la declaración política, algunos países como España y Francia podrían aprovechar la tesitura para incluir nuevas demandas y exigir términos más claros en cuestiones como Gibraltar o la pesca. Otra opción a barajar es la de adjuntar una nota explicativa al texto legal en la que se señale que la sujeción del Reino Unido a las normas de la unión aduanera para evitar la frontera dura entre las dos Irlandas será «temporal», hasta que el país encuentre una solución en el marco de la futura relación. Una fórmula que calmaría a detractores y unionistas.

¿Con qué escenarios nos podemos encontrar?

Un abanico muy amplio. Si el parlamento británico tumba el acuerdo de salida, probablemente May se vea abocada a convocar elecciones, si la oposición o su propio partido no la apartan antes de la carrera. Lo que debaten los expertos es si hay tiempo para formar Gobierno. Y en caso de que se configure un nuevo Ejecutivo habrá que ver si se decanta por echar el freno del mano al brexit y convocar un segundo referendo o empujar al Reino Unido a una salida abrupta el 29 de marzo del 2019.

Otro escenario alternativo es que Theresa May finalmente consiga renegociar alguno de los términos del divorcio con sus socios europeos y consiga el aval suficiente para sacar adelante el acuerdo, salvando por el camino su futuro político.

La tercera vía, más improbable, es que May se apoye en la decisión del TJUE para poner la cuenta a cero del brexit, en vista de las pocas opciones que tiene de salir adelante en el Parlamento británico. Quién comenzaría a negociar el nuevo acuerdo de salida, todavía es una incógnita.