La oposición insiste en que hay ruido de sables en los cuarteles de la Fuerza Armada Bolivariana.
25 ene 2019 . Actualizado a las 10:48 h.El régimen de Nicolás Maduro logra mantener el respaldo del Ejército, más de 24 horas después de que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, jurara como presidente interino de Venezuela. El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, acompañado del alto mando militar, cerró ayer filas con el Gobierno chavista y denunció que «se está fraguando un golpe de Estado». Horas después, fueron los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) los que respaldaban a Maduro como presidente legítimo durante un acto con el gobernante.
En una alocución televisada, Padrino (sostén de Maduro durante todo su mandato) declaró que «da risa la autoproclamación» de Guaidó como presidente interino, pero agregó que al tiempo «es un asunto gravísimo que atenta contra el Estado de derecho, contra la paz de todos los venezolanos». «Tengo que alertar al pueblo de Venezuela de que esto significa algo sumamente peligroso para nuestra integridad, independencia y soberanía nacional», afirmó. Añadió que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) «evitará un enfrentamiento entre venezolanos» y que «no es la guerra civil la que solucionará los problemas de Venezuela, sino el diálogo». «Se está llevando a cabo un golpe de Estado contra Maduro», reiteró el ministro, que agradeció «los gestos de buena voluntad de los Gobiernos que buscan equilibrio».
Las declaraciones de Padrino se producen en medio de las conjeturas sobre qué posición iba a tomar la Fuerza Armada tras la proclamación de Guaidó y su abierta invitación a los militares a que desobedecieran a Maduro.
La oposición, sin embargo, insiste, a través de Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional exiliado, en que varios de los militares que aparecen en la manifestación de lealtad de Padrino hacia Maduro «han contactado» con ellos. «Vamos bien», añadió.
En sus redes sociales, Borges escribió que «la declaración de la FANB reconociendo al usurpador [Maduro] no refleja lo que ocurre dentro. Quisieron hacerlo ayer [día de la jura de Guaidó] y no pudieron, el 90 % de los militares que salen en los vídeos de apoyo que han sido difundidos lo hacen obligados».
Borges, que es el principal interlocutor de la oposición con los Gobiernos extranjeros afines, aseguró que «no ha habido un pronunciamiento más grande por el aparato de espionaje y control que Cuba mantiene sobre los militares venezolanos».
El diablo ronda los cuarteles
Pese al empeño por mostrar una Fuerza Armada monolítica, Padrino ha admitido que el «diablo» ronda los cuarteles: el pasado lunes, 27 militares se sublevaron contra el Gobierno tras robar armas de un destacamento y atrincherarse en un cuartel, al norte de Caracas, donde fueron detenidos. Además, dos generales figuran entre los apresados por un presunto atentado con drones contra Maduro el pasado 4 de agosto. Unos 180 efectivos fueron detenidos igualmente en el 2018 acusados de conspirar, según Rocío San Miguel, analista militar. En septiembre, The New York Times reveló que diplomáticos estadounidenses se reunieron con militares que tramaban un golpe de Estado finalmente abortado. Posteriormente, el presidente Donald Trump dijo que, si los uniformados quisieran, podrían derrocar a Maduro y que tiene listos 120 millones de dólares para «comprar» a oficiales.
La represión de las protestas opositoras en barriadas populares que han tenido lugar desde el pasado lunes dejan ya 26 fallecidos, según la oenegé Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.